"He tenido ansiedad, pero en Montecarlo ya me sentí bien y ahora estoy con la confianza de que voy a estar bien", aseguró Nadal en Barcelona, donde a partir del próximo miércoles disputará el trofeo Conde Godó.
"El año pasado fue complicado y accidentado porque pasó lo que pasó en Australia, la muñeca y, luego, las ganas de querer hacerlo bien son muy grandes y eso puede crear ansiedad, si las cosas no salen como uno querría", explicó el número cuatro mundial.
Nadal, que cayó en las semifinales del torneo de Montecarlo frente a Novak Djokovic, reconoció que el serbio es ahora "el mejor tenista del mundo" y que, para poder "plantarle cara", tendrá que recuperar un "nivel muy alto".
"La actitud, la ilusión y las ganas las he tenido desde el primer día. Ahora, se trata de conseguir estar con las piernas necesarias para hacer lo que uno necesita, sin ansiedad", apuntó el ex número uno mundial.
"Pero si consigo el nivel de Montecarlo unas cuantas semanas más, creo que estaré en el buen camino", añadió.
El tenista español, que cambió de raqueta en el torneo monegasco, sostuvo que su mejoría allí fue, sobre todo, una cuestión "mental y física".
"No creo que la raqueta sea un factor cambiante en la mejoría de Montecarlo, aunque me sentí bien con ella", señaló Nadal.
El tenista mallorquín, que conquistó el torneo de Barcelona en ocho ocasiones, pero el año pasado no pudo alcanzar la final, podría debutar el próximo miércoles ante el español Nicolás Almagro, su verdugo en el torneo barcelonés en 2014.
"Perdí con él el año pasado y es uno de los rivales más peligrosos. Será una primera ronda incómoda, pero intentaré hacerlo bien y ponérselo difícil", concluyó Nadal, que dijo que aún no piensa en Roland Garros. (DPA)