Además de hacer un merecido homenaje a la figura legendaria, la Ciudad de México tendrá la oportunidad de relanzar la emoción del deporte, la disciplina y el carácter cabal de las personas a través de la lucha libre, expresó.
“No de cualquier lucha, sino de la peculiar y tradicional lucha libre mexicana”, que cuenta con sus propias notas distintivas a la lucha libre practicada en cualquier otra parte del mundo, detalló.
El legislador subrayó la importancia de practicar un deporte, pues es una actividad que se realiza principalmente con objetivos recreativos, que en algunos casos puede convertirse en la profesión de una persona si se dedica de manera intensiva, perfecciona su técnica y resultados de manera permanente.
El deporte de la lucha libre mexicana, agregó, es una versión “peculiar” de la lucha libre profesional que se practica en el país, caracterizada por su estilo de llaveo a ras de lona y aéreo.
En la propuesta publicada en la Gaceta Parlamentaria, Casillas Romero explica que se evoca el término “mexicana” por las diferencias en la técnica luchística, acrobacias, reglas y folclor del país, que le da una característica de autenticidad con respecto a la lucha de otros países, a lo que se añade el surgimiento de personajes míticos de la cultura popular como Blue Demon y “El Santo”, entre los más representativos,
Relata que Alejandro Muñoz Moreno, la persona que dio vida a la leyenda del demonio azul, nació el 24 de abril de 1922 en Coahuila, hijo de padres muy humildes. Estudió hasta el cuarto año de primaria y participó en una banda de música que abandonó tiempo después.
En Monterrey, explica, conoció al luchador Rolando Vera, quien lo adentró al mundo de la lucha libre y también quien le sugirió utilizar una máscara color azul sin diseño alguno y adoptara el nombre que lo volvería legendario.
Uno de sus mejores enfrentamientos fue contra “El Santo” a quien derrotó y que le mereció una oportunidad por el campeonato mundial Welter, versión NWA, que lo encumbró al gusto de los aficionados de este deporte.
Además, recalca que después de su retiro en 1988, Alejandro Muñoz impartió clases de lucha libre a jóvenes en su gimnasio y que falleció a consecuencia de un infarto al corazón el 16 de diciembre del año 2000, a la edad de 78 años.
El legislador finaliza precisando que el demonio azul es “toda una leyenda a la fecha, un ídolo del ring y una persona ejemplar, digna de reconocimiento”.