Esta es también la cuarta victoria en esta temporada para el estadounidense, que completó una carrera magnífica en estrategia y pilotaje y que escala desde el cuarto hasta el segundo puesto en la general ya a solo 15 puntos de un Marcus Ericsson, líder del campeonato, que terminó octavo.
Newgarden se llena de opciones para luchar por el triunfo final a falta de seis carreras para la conclusión.
Sonrisa plena en el rostro de Newgarden y guiño a su equipo: "Siempre tengo fe cada fin de semana que conduzco para el Team Penske".
"Me sorprendió lo duro que estos rivales salían tras cada reanudación de carrera. Estaba decepcionado después de la calificación, pero sabía que hoy teníamos un coche que podía ganar", dijo en declaraciones a la retransmisión estadounidense reconociendo la complejidad de esta primera carrera de 250 vueltas en Iowa (el domingo será la segunda).
Fue una pelea trepidante en el óvalo corto de Iowa con un final que dejó peleas apasionantes por el primer puesto entre Will Power y el propio Newgarden, pero también por la tercera posición entre Pato O'Ward y el español Álex Palou.
Finalmente fue el mexicano quien completó el podio pero se alzó hasta el segundo cajón tras rebasar en el último suspiro a Power.
Había avisado el mexicano O'Ward que el Arrow McLaren estaba respondiendo muy bien en óvalos y no le faltaba razón.
Tanto él como su equipo dieron una lección tras las paradas en pits con un ritmo impresionante y logrando adelantar en varias ocasiones a los principales pilotos.
O'Ward suma su tercer podio en este campeonato, se sitúa sexto en la pelea por el título y continúa recortando suficientes puntos como para soñar con algo grande en este tramo final de la IndyCar.
Son múltiples los candidatos para suceder a Palou, vigente campeón de la competición.
Y es que tras la primera carrera en Iowa hay un escenario apasionante con tan solo 35 puntos de diferencia entre los cinco primeros clasificados.
"Sabía que todos estaban apostándole a los regresos a pista tras los boxes y logré interpretar cómo hacer las cosas y no perder terreno con ellos. Al final se trata de tener un buen coche. Veremos qué tal mañana", manifestó O'Ward tras su llegada a meta.
ESTRATEGIA CONTRA EL CALOR
Como era de esperar, la temperatura llegó a alcanzar registros de 38 grados centígrados, con el asfalto por encima de 50 grados, y eso fue una preocupación extra de los pilotos por cuidar sus neumáticos y aprovechar los pasos por boxes.
Esto convirtió la estrategia en algo fundamental y quienes mejor aprovecharon esta tesitura fueron quienes llegaron con opciones a las últimas vueltas.
Palou volvió a protagonizar una carrera de paciencia y remontó desde la posición número doce, tal y como lo hizo en Toronto hace una semana, llegando a rozar el primer puesto tras dos tercios de carrera completados.
Posteriormente trató de defender su lugar en el podio, pero al final no lo pudo retener y perdió varias posiciones en el desenlace.
El español acabó sexto y cae en la general a la cuarta plaza, 33 puntos por debajo del líder Ericsson.
Sufrió el catalán en la primera mitad, cuando llegó a situarse a una vuelta de la cabeza de carrera e incluso fue doblado por Newgarden en la vuelta número 100.
Pero un accidente de Felix Rosenqvist le benefició y, con la reanudación, pudo regresar a los diez primeros puestos y a una distancia salvable que a la postre le permitiría ser protagonista.
Palou, en su lucha por el tercer puesto, permitió que Rinus Veekay se le acercara demasiado, hasta el punto que llegó a ser rebasado por el piloto neerlandés a tan solo tres vueltas para el final.
Al final perdió gas y vio también que Scott Dixon cruzaba la meta por delante.
Lejos de las primeras posiciones, pero manteniendo el liderato de la general, Ericsson culminó octavo esta primera carrera en Iowa, demostrando que las malas sensaciones del viernes y la mañana del sábado no eran casualidad.
Ahora ve peligrar su liderato si no es capaz de posicionarse en las 300 vueltas del domingo en el mismo trazado.
Mención especial merece Jimmie Johnson, que fue el gran animador de la carrera.
El piloto californiano llegó a liderar sorprendentemente durante 19 vueltas y protagonizó todo tipo de incidentes, desde la pérdida de control de su monoplaza que provocaba la primera bandera amarilla en la vuelta número 20 y permitió que muchos rivales recuperaran, hasta su estrategia de pilotaje al límite que hacía ver adelantamientos de tres en tres.
Tanto riesgo tuvo sus consecuencias en forma de un inusual desgaste de neumáticos que finalmente le llevó de los cinco primeros puestos hasta la definitiva undécima posición.
Habrá poco tiempo para desconectar, ya que en menos de 24 horas volverán a rugir los motores de los monoplazas en el Iowa Speedway con una nueva cita en el óvalo corto, con 50 vueltas más de carrera y, presumiblemente, mucho menos calor que el registrado este sábado.