Número tres del mundo, Nadal batió al sudafricano Kevin Anderson 7-5, 6-1 y 6-4 para instalarse en la ronda de los últimos ocho, donde el martes se medirá al checo Tomas Berdych, vencedor hoy del australiano Bernard Tomic por 6-2, 7-6 (7-3) y 6-2.
Nadal derrotó a Berdych en los últimos 17 partidos que jugó con el checo, por lo que la presencia del español en semifinales no parece improbable.
"Estar en los cuartos de final tras un período duro para mí es un fantástico resultado", celebró el nueve veces campeón de Roland Garros, que volvió a demostrar hoy que su tenis está en ascenso tras el problemático segundo semestre de lesiones que tuvo el año pasado.
Nadal jugó mejor que en la tercera ronda ante Dudi Sela, un partido en el que ya había mostrado un buen nivel, en parte porque Anderson, 15 del ranking mundial, es mucho mejor jugador que el israelí.
El español, que estuvo a un paso de perder el primer set, corrió, pegó, atacó y pasó dando una pauta de que su bajón físico en segunda ronda, en la que estuvo a punto de caer ante el estadounidense Tim Smyczek, es ya un asunto superado.
"Fui muy afortunado de ganar el primer set", destacó Nadal, que tuvo cinco break points en contra sirviendo 5-5 en ese parcial.
El español sonrió cuando uno de los recogepelotas acomodó, el mismo con mimo que él pone, una de sus botellas, que se había caido debido al viento en pleno partido. Es conocida la superstición de Nadal en cuanto a acomodar las botellas siempre del mismo modo.
"Son cosas estúpidas que haces tras muchos años compitiendo. No sirven para nada, sólo es estúpido", dijo con una sonrisa antes de mostrar su respeto por Berdych.
"Es un jugador top, hace varios años que está entre los seis mejores". (DPA)