En la primera mitad, el equipo Tricolor tuvo el dominio territorial del partido, sin embargo, generó muy pocas opciones de gol ante un equipo argentino que estuvo muy ordenado en su parte defensiva y que solamente llegaban al arco contrario a base de contragolpes.
Al minuto 18, los sudamericanos tuvieron su primer embate, en un disparo de Adrián Martínez que fue detenido por el arquero mexicano Jesús Corona; los aztecas llegaron con peligro al 32’, en una buena jugada de Jerónimo Amione, quien sacó un centro y para su mala fortuna, nadie pudo cerrar la pinza; al minuto 39, nuevamente los argentinos hicieron acto de presencia a la ofensiva, en un disparo desviado por Sergio Araujo; finalmente al 44, Miguel Ponce realizó una gran jugada individual que terminó en un centro desviado por el arquero argentino para finalizar sin goles la parte inicial.
En el segundo tiempo, el equipo mexicano organizó avances por los costados con la finalidad de abrir a la defensa sudamericana; al minuto 57, Ponce se quedó cerca de abrir el marcador con un cabezazo que fue a dar a las manos del arquero argentino Esteban Andrada; al minuto 65, los argentinos casi silencian a los más de 40 mil aficionados que se dieron cita en el estadio con un disparo de Adrián Martínez que fue desviado por Corona; un minuto más tarde, nuevamente Ponce tocó la puerta de la albiceleste en otro remate con la cabeza.
Finalmente, la insistencia mexicana rindió frutos, al minuto 74 Jerónimo Amione rompió el cero con un disparo certero que dejó sin oportunidad al cancerbero argentino, consiguiendo la anotación que se tradujo en la cuarta presea dorada para México en la historia del Futbol varonil en los Juegos Panamericanos. El arbitraje estuvo a cargo del salvadoreño Marlon Mejía, quien realizó una labor adecuada, terminó expulsando a David Achucarro por los argentinos.
