Corroboró su condición de gran favorito al recuperar su principal seña de identidad, la solidez, para, de esta forma, enterrar las lagunas ofrecidas en su anterior victoria a cinco sets ante el serbio Filip Krajinovic (28), las cuales provocaron un tremendo enfado entre el moscovita y su entrenador francés Gilles Cervara, que decidió abandonar la pista antes del parcial definitivo.
Medvedev tan sólo acumuló un total de quince errores no forzados y 29 golpes ganadores que maniataron a un McDonald que se despidió tras firmar su mejor actuación en Melbourne Park.
Tras su victoria, los pronósticos expresados por los componentes del equipo ruso en la Copa ATP, durante la rueda de prensa que ofrecieron como campeones, están a un paso de hacerse realidad, ya que una victoria de su compatriota Andrey Rublev (7) ante el noruego Casper Ruud (24) significaría un choque de titanes en cuartos entre los dos mejores tenistas rusos, y dos de los tenistas más en forma del circuito.
Las posibilidades de Medvedev por consagrarse campeón en un torneo del Grand Slam se agrandan cada vez más, después de que sus tres principales competidores no mantengan su ritmo en el camino hacia la corona.
El número tres mundial, Dominic Thiem (3), fue eliminado en octavos ante el búlgaro Grigor Dimitrov (18); mientras que tanto Novak Djokovic (1) como Rafael Nadal (2) no se encuentran en plenitud física.