Las 19 carreras representan la mayor cantidad que los Medias Rojas fabrican en un juego ante los Yanquis en los 117 años de historia de su rivalidad.
Bogaerts acabó con cuatro imparables, mientras que Andrew Benintendi y Jackie Bradley Jr. aportaron tres cada uno. Boston bateó 10 dobles, con Bradley, el novato Michael Chavis y el cubano estadounidense J.D. Martínez dando dos por cabeza.
En quizás la peor apertura de un pitcher de los Yanquis ante los Medias Rojas, el japonés Masahiro Tanaka (7-6) toleró 12 carreras, con 12 imparables y tres bases por bolas, tras recetar cuatro ponches en 3 1/3 entradas de trabajo.
Además fue también la mayor cantidad de carreras limpias permitidas por un pitcher de los Yanquis ante Boston desde que la carrera limpia se convirtió en una estadística oficial en 1913.
Rick Porcello (9-7), el abridor de Boston, tampoco estuvo fino. Permitió dos carreras en la alta del segundo con una ventaja 7-0. Kyle Higashioka añadió un cuadrangular en el quinto para poner la pizarra 12-3.
Pero el derecho de los Medias Rojas pudo cubrir seis entradas, concediendo tres carreras y seis indiscutibles, con cinco ponches y un boleto.
Porcello tiene marca de 4-1 en sus últimas seis salidas pese a permitir 30 carreras en 29 entradas.
Los Medias Rojas iniciaron la serie 11 juegos detrás de los líderes del Este de la Liga Americana. Jugarán 14 partidos seguidos ante Nueva York y Tampa Bay, los equipos que marcan el paso en la división.
Tanaka, quien había ganado cuatro aperturas seguidas, dio un boleto al jardinero Mookie Betts al abrir la baja del primero, concedió el pasaporte al tercera base dominicano Rafael Devers y luego Bogaerts disparó un batazo que viajó 451 pies sobre el Monstruo Verde y cayó en la calle Lansdowne.
El bateo latinoamericano estuvo presente en el partido histórico de los Medias Rojas con Devers, que se fue de 5-2, dos anotadas y dos remolcadas.
El puertorriqueño Christian Vázquez tuvo de 5-1, dos impulsadas, y el venezolano Sandy León de 1-1, una anotada y dos impulsadas.