"Me siento bien. Fue duro, pero tengo que dejar atrás lo que pasó y concentrarme en Green Bay", afirmó el mariscal de campo en la previa del duelo ante los Packers.
Garoppolo ingresó en el protocolo de conmoción al final del partido de la semana 3, el 24 de septiembre pasado, en el que su equipo perdió por 23-18 ante los Pittsburgh Steelers.
En ese partido recibió un golpe en la cabeza, pero no presentó síntomas de conmoción hasta que finalizó el duelo.
La ausencia de jugador de 31 años en el partido de la semana 4 en el que Raiders cayó 24-17 ante Los Angeles Chargers fue cubierta por el novato Aidan O'Connell, pasador de 25 años seleccionado en la cuarta ronda del draft de este año.
Jimmy Garoppolo, ex de los San Francisco 49ers, quien llegó esta campaña para liderar la ofensiva de Las Vegas, destacó el trabajo que hicieron sus compañeros a lo largo de esta semana para enmendar la racha de tres derrotas que arrastran.
"Creo que nos encontramos en un buen lugar. Los muchachos tuvieron una buena práctica, siento que estamos en buen ritmo para mejorar", aseveró el 'quarterback'.
Garoppolo ha tenido un comienzo complicado con los Raiders. Ha completado 64 de 91 envíos, suma 709 yardas, cinco anotaciones y seis intercepciones.
A pesar del regreso de su mariscal de campo principal, el entrenador de Las Vegas, Josh McDaniels, aún no sabe si podrá contar con Davante Adams, receptor estelar del equipo, quien en la semana no estuvo presente en un par de sesiones de práctica por una molestia en el hombro.
En caso de que Adams no juegue ante su ex equipo, Jakobi Meyers se convertirá en la principal arma aérea para Garoppolo.
Los Raiders ocupan la tercera posición de la división Oeste de la Conferencia Americana con un juego ganado y tres perdidos.