"Nunca me he puesto un límite. Cuando se trata de competir siempre me digo a mí mismo que quiero ser el mejor. Hoy el viaje no ha terminado, lo que sea que haya hecho quedó atrás porque sé que aún tengo algo por hacer", aseveró Hurts en conferencia de prensa.
El mariscal de campo comandará a la ofensiva de Philadelphia el próximo domingo, en el Super Bowl LVII de la NFL. El duelo se realizará en el State Farm Stadium de Glendale, Arizona (EE.UU.).
A pesar de que el mariscal de campo de los Eagles sólo tiene 24 años y de que disputará su primer Super Bowl en su segundo año como titular en su equipo, destacó la facilidad que tiene para adquirir conocimiento.
"Siempre he tenido la mentalidad de una esponja, siempre hablo de ser una esponja y absorber el conocimiento a mi alrededor, me aferro a eso; siempre encuentro la manera de convertir todo, aunque sea una derrota, en algo positivo", explicó el exestrella de la Universidad de Oklahoma.
Jalen Hurts guió a los Eagles a obtener el título de la Conferencia Nacional (NFC); se lo ganaron a los San Francisco 49ers el pasado 29 de enero para clasificarse para el Super Bowl LVII.
El jugador de Houston, Texas, tuvo una gran temporada en la que pasó para 3.701 yardas y 22 anotaciones; además sumó 760 yardas por tierra y 13 touchdowns por acarreo.
Estos números le valieron estar entre los candidatos al premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada 2022 de la NFL, distinción que se otorgará el próximo jueves.
El quarterback más joven en la historia de los Eagles en arribar a un duelo por el título de la NFL también habló del liderazgo que ha aprendido de sus compañeros, en especial del centro Jason Kelce, de 35 años.
"Construí una gran relación con Jason desde que llegué, él y otros veteranos me han ayudado a crecer. Hoy salgo y trato de ser la mejor versión de mí mismo. Intento ser el líder. Siempre quiero tratar de dar el ejemplo correcto", concluyó.