"Hemos sido claros en todo momento que éste es un producto 'premium', no sólo en precio sino también en calidad. Los aficionados toman esa decisión lo quieran o no. Estoy seguro de que hubo aficionados que dijeron que era demasiado costoso", dijo Goodell en el interrogatorio realizado en Los Ángeles, California.
La demanda colectiva contra la NFL por el 'Sunday Ticket', que se remonta al 2015, está conformada por más de 2.4 millones de suscriptores residenciales y 48.000 empresas (bares y restaurantes) que adquirieron 'NFL Sunday Ticket' desde el 17 de junio de 2011 hasta el 7 de febrero de 2023.
Los demandantes afirman que la táctica de la NFL de agrupar todos los derechos de partidos fuera del mercado y venderlos a una sola entidad, DirecTV (bajo la marca 'Sunday Ticket'), violó las leyes antimonopolio al colocar los juegos de los domingos por la tarde a un precio inflado y bajo una competencia restringida por lo que solicitan una indemnización de 7,000 millones de dólares.
Una cifra que podría dispararse, si se determina que la NFL es responsable, hasta 21,000 millones de dólares porque los casos antimonopolio pueden triplicar el monto de los daños, lo que significaría un revés histórico para la NFL.
Goodell defendió que gracias a estas diferentes formas de comercialización entre sus distintos socios es que la NFL ha logrado incrementar su base de aficionados en Estados Unidos de 175 a 210 millones.
"Creo que somos muy pro-consumidor. Nuestros socios han encontrado formas de construir nuestra base de aficionados cada vez mayor", dijo el comisionado.
Entre los directivos que ya han testificado se encuentra el director comercial y de medios de la NFL, Brian Rolapp, y Robert Kraft, dueño de los New England Patriots.
Se espera que Jerry Jones, propietario de los Dallas Cowboys, también testifique esta semana.
Se prevé que el juicio tenga una resolución a finales de junio.