España ya es Brasil, solo se le permite la victoria

El peso futbolístico de España ha llegado a tal nivel que "La Roja" ya es como la "Verdeamarilla" brasileña: solo se le permite la victoria.

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Los jugadores de la selección española tras el gol que encajaron contra Japón durante el partido de la primera fase del torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Londres.

Cualquier resultado que no sea el título crea desazón, malestar e irritación. Somos los mejores y eso hay que demostrarlo en todas las categorías y en todas las competiciones. Una mal resultado se convierte en un fracaso intolerable.

"La Roja" llegó a Londres 2012 con la misma exigencia que el Brasil de Neymar. De hecho, nadie discutía en España que la final sería contra la "Verdeamarilla". Se dirimiría ahí quién es el mejor equipo del mundo.

Si en el pasado a "La Roja" se le exigía que superara los cuartos de final, ahora solo el título se considera un buen resultado. La "Rojita" llegaba a Londres 2012 con el aval de los dos títulos de la Eurocopa y el Mundial de su hermana mayor en los dos últimos cuatro años.

El oro olímpico hubiera cerrado el ciclo más maravilloso de la historia del fútbol español. No pudo ser y "La Rojita" hizo las maletas sin ganar un partido y sin marcar un solo tanto. La catástrofe estaba pergeñada.

Los éxitos, adornados con un juego brillante, admirado y envidiado por todo el universo futbolístico, han colocado a España en el mismo plano que Brasil, donde los fracasos se pagan con dimisiones inmediatas.

Pero la historia brasileña está llena de contradicciones, como ahora la española. Sí, tienen cinco mundiales, pero bastante menos Copas de América que Argentina y Uruguay (8 por 14 y 15, respectivamente), ningún título olímpico -desaparecida España, ya sueñan con el de Londres 2012- y tropezones tremendos con la hermanas pequeñas, como la eliminación en la fase de grupos en los Panamericanos de Río de Janeiro de 2007.

La seguridad de los títulos incentiva al virus de los elogios y las adulaciones y, a veces, esto crea ensoñaciones. España y Brasil eran favoritas para el título olímpico y punto.

Le ocurrió a Brasil en el Mundial de Alemania 2006. La única incógnita de ese torneo era quién sería el rival de la "Verdeamarilla" en la final. Y si se miraba su plantel, no había ninguna duda de que estarían en el Olímpico de Berlín: Cafú, Lucio, Roberto Carlos, Kaká, Ze Roberto, Juninho Pernambucano, Adriano, Robinho, Ronaldinnho, Ronaldo...Un equipo valorado en 410 millones de euros.

El técnico Carlos Alberto Parreira tenía ante si una tarea descomunal, ya que nadie dudaba de que la sexta estaba en el bote. Hasta Pelé estaba tan seguro del éxito que afirmó que "el principal rival de Brasil es Brasil". Es decir, no tenía rivales.

"La victoria es una imposición", llegó a decir Parreira.

Brasil cayó en cuartos de final ante Francia (0-1, gol de Tierry Henry) y el título se lo llevó Italia con una selección de nombres menos estelares que la "Verdeamarilla" pero con una determinación y espíritu de lucha decisivos.

A Parreira le llovieron críticas. Tostao, socio de Pelé en la conquista del Mundial de México 1970, le acusó de imponer un estilo "apático". "Nunca más", tituló el diario deportivo "Lance". El técnico abandonó el 19 de julio.

Brasil recuperó moral con la conquista de la Copa América de 2007, pero luego encadenó una racha de fracasos en las distintas categorías: eliminado en la fase de grupos en los Panamericanos de Río de 2007, solo tercero en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, cayó ante Holanda en los cuartos de final en el Mundial de 2010 y en la misma ronda ante Paraguay en la Copa América de 2011, año en el que obtuvo el Mundial sub'20.

La historia demuestra que los grandes también son humanos, aunque tengan en sus filas, como es el caso de "La Roja" absoluta, la mejor generación de futbolistas de la historia de España.

La "hermanita" lo acaba de comprobar y así lo reflejó "The Guardian" tras la eliminación olímpica: "El joven equipo español recibió un valioso recordatorio de que, después de todo, son mortales".

Además de mortales, las "rojas" ya saben que han entrado en la categoría de las selecciones que solo están autorizadas a ganar. La misma en la que están las "verdeamarillas". Ambas están citadas para el Mundial de 2014. Solo una saldrá ilesa del choque.