Ahora, la situación cambia drásticamente pues la carrera francesa se disputa en su fecha habitual y aunque la climatología siempre suele jugar su propia baza en los intereses de no pocos, lo cierto es que después de la victoria de una Ducati, la del australiano Jack Miller, en un circuito habitualmente poco favorable para las motos italianas como el Ángel Nieto de Jerez de la Frontera, cualquier cosa puede suceder en Le Mans, un "reducto" favorable a las Yamaha.
Por este motivo, principalmente, resulta bastante complicado pensar en un favorito claro para la carrera de Francia, en donde Bagnaia llega líder, pero no ha ganado todavía ninguna carrera en lo que va de temporada y, a escasamente dos puntos se encuentra uno de los protagonistas que, por el mero hecho de su nacionalidad, francesa, y de su moto, la Yamaha YZR M 1 oficial, cuenta con todo el apoyo "local", es Fabio Quartararo.
A su favor, además de ser el ídolo local, mucho más que Johann Zarzo (Ducati Desmosedici GP21), que es quinto en la tabla provisional del mundial, está el hecho de que Fabio Quartararo es piloto de Yamaha, una moto que por sus especificaciones técnicas siempre se ha adaptado muy bien al trazado de "La Sarthe", aunque ello no sea en la actual temporada ninguna garantía de éxito, como ya hemos explicado, pero bien es cierto que el francés es el que más victorias acumula en lo que va de temporada, dos de cuatro posibles, y eso tiene que tener algún tipo de valor.
Además de Bagnaia y Quartararo, en lo más alto de la tabla se encuentran los españoles Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1), vencedor del Gran Premio de Catar, y Joan Mir (Suzuki GSX RR), vigente campeón del mundo, cuarto a diecisiete puntos del líder si haber subido más que una vez al podio, como tercero, en Portugal.
Tras ellos, otro de los ídolos locales, Johann Zarco, que al contar con una de las Ducati oficiales de fábrica dispone de "las armas" necesarias para poder optar a la victoria en un trazado en el que siempre ha querido, pero nunca ha podido, lograr la victoria en la categoría de MotoGP.
Jack Miller ya sabe lo que es ganar y seguro que llega "subido" de pretensiones a Francia, aunque no lo tendrá nada fácil.
Ducati, Yamaha y Suzuki, que también cuenta con Alex Rins, deben estar en todas las "quinielas" de aspirantes y sólo falta ver si tras los entrenamientos posteriores al Gran Premio de España los pilotos del equipo Repsol Honda han logrado avanzar para superar sus particulares problemas.
En el caso de Marc Márquez, la recuperación tras su larga lesión de casi nueve meses, le va a hacer emplearse a fondo para lograr el "tono físico" cuanto antes pues en Jerez de la Frontera y antes en Portimao se pudo ver que el "killer" Márquez, es tan humano como el resto de sus rivales, como también que no se va a volver a equivocar por precipitación a la hora de escalar hasta las primeras posiciones de la categoría.
Pol Espargaró es "harina de otro costal", el cambio de la KTM RC 16 que pilotó el año pasado a la Repsol Honda RC 213 V de esta temporada, le está costando más de lo previsto, y sus palabras tras la carrera de Jerez denotaron "cierta desesperación", aunque el de Granollers seguro que no va a tirar la toalla pues siempre ha demostrado ser perseverante y concienzudo en su trabajo y todos en el equipo albergan la esperanza de que poco a poco se adapte a las peculiaridades de la moto para lograr el máximo rendimiento de ella.
Como Pol Espargaró, en Honda también necesitan dar un paso adelante el japonés Takaaki Nakagami, que se quedó muy cerca del podio en España, y el pequeño de los hermanos Márquez, Alex, que apenas ha conseguido puntuar en una carrera, Portugal, pero sólo por culpa de la mala suerte en forma de caídas, aunque en este deporte "eso", las caídas, obviamente también cuentan.
Aleix Espargaró y la Aprilia RS-GP ya son "una más" en la categoría de MotoGP pues consiguen acabar de manera asidua entre los diez primeros y muy cerca en distancia horaria de los pilotos del podio, que ya no esconden que es su siguiente objetivo y su gran "sueño" de la actual campaña.