Las autoridades financieras japonesas consideran que las empresas, entre las que también se encuentran la segunda mayor compañía de publicidad nacional, Hakuhodo, o la firma de organización de eventos Cerespo, se conchabaron con el director ejecutivo adjunto de Tokio 2020, Yasuo Mori, para manipular las concesiones para los test.
Un total de seis empresas y siete personas, entre ellas Mori, serán llevadas a juicio por esta trama en cuestión.
Se cree que estas empresas habrían negociando con anticipación, en connivencia con el comité organizador, las concesiones para determinar a los ganadores de las licitaciones para la organización de los eventos de prueba de la última cita olímpica nipona, lo que supondría una violación de las leyes antimonopolio del país.
Mori fue detenido a principios de este mes en relación al caso.
Los eventos de prueba de los JJ.OO. de Tokio 2020 se llevaron a cabo entre 2018 y 2021, antes de la celebración de la pospuesta competición internacional, y tenían como objetivo dar la oportunidad a los organizadores y federaciones deportivas de probar el funcionamiento de las operaciones de las pruebas.
Las irregularidades habrían afectado a eventos valorados en un total de más de 40.000 millones de yenes (unos 280 millones de euros), tanto a los referidos test deportivos como a encargos de otra índole que les fueron concedidos a esas empresas en relación a los Juegos, según detalles publicados por la cadena pública NHK.
De demostrarse las acusaciones, "sería realmente lamentable y creo que afectaría negativamente a la imagen de los Juegos Olímpicos y del deporte en general", dijo este martes el portavoz gubernamental japonés, Hirokazu Matsuno, sobre el nuevo caso judicial.
Matsuno reveló que la agencia nacional de deportes está llevando a cabo un estudio sobre la orientación de la organización de competiciones internacionales y que publicará sus conclusiones en marzo.
Este es el proceso judicial más reciente en el marco de la investigación de las supuestas irregularidades y sobornos en torno al evento deportivo celebrado en el verano de 2021 en la capital japonesa, y que habría afectado no sólo a estas licitaciones, sino también a la concesión de patrocinios de los Juegos.
La investigación general saltó tras la detección de la recepción de supuestos sobornos por parte de uno de los miembros del comité organizador, Haruyuki Takahashi, y ha salpicado a importantes firmas como Dentsu, la editorial Kadokawa y la cadena de tiendas de trajes Aoki.
Varios de los implicados en la trama, incluida Dentsu, habrían reconocido las acusaciones durante los interrogatorios.