"Ganar un Super Bowl es difícil, ganar dos seguidos es realmente difícil. No es algo fácil de hacer y tengo que reconocer el esfuerzo que los muchachos pusieron en ello, la forma en que se mantuvieron unidos en los altibajos, el carácter. Eso es gratificante como entrenador en jefe", dijo Reid en una conferencia de prensa.
Los Chiefs ganaron el domingo pasado la edición LVIII del Super Bowl al imponerse por 25-22 a los San Francisco 49ers en el Allegiant Stadium de Las Vegas.
Fue el segundo trofeo Lombardi consecutivo, luego de que el año pasado superaron en el partido por el título a Philadelphia Eagles en el Super Bowl LVII; y el tercero con Reid al mando de Kansas City, que en la edición LIV derrotó a 49ers al final de la temporada 2019.
Reid también explicó qué sucedió el pasado domingo antes de que finalizara la primera mitad del Super Bowl, cuando fue encarado por Travis Kelce.
"Simplemente vino a decirme: 'Méteme y anotaré'. Eso es lo que fue. Me encanta eso. No es la primera vez", dijo el entrenador.
La frustración de Kelce la detonó su poca participación en el juego durante los primeros 30 minutos en los que sólo recibió un pase y ganó una yarda; situación que cambió en la segunda mitad en la que el ala cerrada concluyó con 93 yardas en nueve recepciones, los números más altos entre los receptores de Chiefs.
Andy Reid, quien inició su carrera como entrenador en jefe en los Eagles, con los que estuvo entre 1999 y 2012 antes de arribar a Chiefs, también destacó la capacidad de su quarterback, Patrick Mahomes, como pieza fundamental en los tres Super Bowls que han obtenido.
"Él ama el juego y cuando tienes ese tipo de amor, especialmente tan joven como es, nada puede afectarle. No deja que todos los acontecimientos externos influyan en su juego. Es uno de esos tipos que son mundialmente conocidos. Eso realmente no lo afecta", elogió a Mahomes, quien fue designado por tercera vez en su carrera como Jugador Más Valioso del Super Bowl.
Los campeones serán ovacionados este miércoles en el desfile de la victoria que se efectuará en las calles de Kansas City, Missouri, evento que se prevé reúna alrededor de 500,000 aficionados.
