Con una eficiente conducción del base Trae Young los Hawks quedaron a un triunfo de las semifinales.
El objetivo podría alcanzarse este miércoles en el Madison Square Garden.
Young anotó 27 puntos, incluidos cuatro triples de 14 intentos, y repartió nueve asistencias. El ala-pívot John Collins aportó otros 22, mientras que otro hombre alto, el número cuatro italiano Danilo Gallinari acabó con 21 tantos.
El pívot suizo Clint Capela sumó 10 puntos y 15 rebotes, incluidos 12 que fueron defensivos.
Clint Capela alcanzó cifras dobles en rebotes (15) por cuarta vez consecutiva en la serie y trigésima vez en su carrera de postemporada.
Los Hawks dominaron el juego interior con 48 rebotes por 39 de los Knicks, que aguantaron el ritmo del partido durante la primera mitad, pero en la segunda no pudieron impedir el despegue del equipo de Atlanta.
Atlanta tomó el control en el tercer cuarto y extendió una ventaja de cuatro puntos en la mitad para una ventaja de 88-71 en el período final.
Después de luchar para acertar con sus tiros a canasta, Atlanta encontró su inspiración. Los Hawks fueron 10 de 19 en el período, incluidos 5 de 9 de intentos de triple.
Young anotó nueve puntos, Collins agregó siete y el escolta serbio Bogdan Bogdanovic, que acabó el partido con 12 tantos, ocho rebotes y seis asistencias, cerró el tercero con un triple que puso de pie a los aficionados que llegaron al campo a presenciar el partido.
El ala-pívot de los Knicks, Julius Randle recibió una serenata de nuevo con cánticos de "¡Sobrevalorado! ¡Sobrevalorado! ¡Sobrevalorado!" cada vez que tenía el balón.
Los rugidos fueron ensordecedores después de una secuencia en el tercero cuando Randle falló en una penetración al no entrar el balón en el aro para luego perderlo los Knicks.
La frustración de Randle se desbordó menos de un minuto después cuando tiró al suelo a Collins al intentar a la cancha en otro drive. No se llamó nada inicialmente, pero Randle fue sancionado con una falta ofensiva después de una revisión de video provocada por un desafío del entrenador de los Hawks, Nate McMillan.
Collins fue golpeado en la cara, lo que lo obligó a ir al vestuario para que le hicieran una sutura. Pudo regresar al juego en el último cuarto.
Para entonces, el resultado ya estaba decidido a favor de los Hawks que tenían el mayor dominio durante la serie al confundir con sus acciones a la defensa de los Knicks que nada podía hacer para impedir los tiros a canasta de los jugadores de Atlanta.
Young abrió el camino, como de costumbre, pero tuvo mucha ayuda. Seis jugadores consiguieron números de dos dígitos y seis también anotaron desde fuera del perímetro.
A pesar de los problemas de control, Randle acabó como el líder del ataque de los Knicks al conseguir 23 puntos, pero anotó sólo 7 de 19 tiros de campo y siempre tuvo encima a más de dos jugadores de los Hawks cuanto recibía el balón.
El escolta-alero canadiense RJ Barrett acabó como segundo máximo encestador de los Knicks al aportar 21 puntos, seis rebotes, cuatro asistencias y recuperó dos balones.
El veterano base Derrick Rose, haciendo su segunda apertura consecutiva para los Knicks, tuvo otro comienzo fuerte, pero no fue un gran factor el resto del camino al concluir el partido con 18 puntos, incluidos dos triples, y seis asistencias.
Otros dos jugadores, que salieron de reserva, también lograron números de dos dígitos con los Knicks, pero nada pudieron hacer ante unos Hawks que han comenzado a ser uno de los equipos más difíciles de ganar cuando juegan en su campo del State Farm Arena, donde tienen marca de 21-2 en los últimos 23 partidos disputados.
Los Knicks que tuvieron una gran ventaja en tiros libres en el tercer partido, con 27 puntos de 30 intentos, por 5 de 8 de los Hawks, en el cuarto las llamadas de los árbitros fueron a favor de Atlanta con 26 tantos de 28 lanzamientos por 19 de 23 que tuvo Nueva York.