Irma Gallo trabaja desde hace 14 años en Canal 22, (televisora de índole estatal) como reportera en el noticiero nocturno, labor que no es sedentaria en modo alguno, pues debe viajar, realizar entrevistas a personalidades del arte y la cultura, además acudir a presentaciones editoriales, galerías o conciertos en cualquier punto geográfico y a pesar de ello decidió ser la madre de Camila hace once de años, cuando el impulso maternal le llegó tan fuerte que no pudo resistir a su demanda. Esa experiencia y sus consecuencias logró resumirlas en un volumen de 173 páginas, dividido en 9 capítulos que editorial Vergara, bajo la asistencia de Ediciones B en México, sacó a la luz en noviembre de 2014.
La idea de escribir un libro sobre las vicisitudes maternales no fue de ella, sino de su editora Yeana González, pues Irma Gallo pensaba que su visión individual del trajín de periodista y madre no le iba a importar a nadie, sin embargo fue Yeana quien la animó e insistió. En la planeación del libro ya como autora, Irma quiso agregarle una visión más generalizada, con otros “estudios de caso”: “Yo no podía darle lecciones a nadie, sólo podía hablar de mi experiencia, periodista al fin, quise que mi trabajo llevara investigación, entrevistas y que fuera un aporte de ‘algo-a alguien’; a otra mujer como mis entrevistadas o yo”.
Ya frente a la computadora —trabajo que sólo le llevó tres meses—, el material recopilado la fue llevando al origen de su vivencia. Dado que durante su infancia, adolescencia y primeros años de juventud nunca se le había ocurrido pensar en tener hijos, al cumplir los 31 años se sorprendió a sí misma siguiendo con mirada de ternura el paso de carriolas y mujeres embarazadas y en aquel momento se dio cuenta que su vida tomaría un rumbo diferente, que sus hábitos, costumbres, agenda y planes trocarían en algo totalmente desconocido por ella hasta entonces.
“Así, después de vivir independientemente, no ganar poco, viajar y tener por compañera de departamento a una hermosa gata, le dije a mi novio que deberíamos embarazarnos. Y también se los comenté a mis papás, quienes siempre machacaban con que nosotras —mi hermana y yo— no teníamos para cuándo darles nietos. Finalmente me convertí en madre de Camila y en este libro narro cómo fue todo y cómo ha sido para mí, específicamente, y cuento las historias de otras mujeres que generosamente me confiaron su testimonio”, afirma la escritora.
Para construir su narración de manera testimonial, Irma Gallo se permitió usar la voz narrativa de la primera persona del singular y lo hizo mezclando su olfato periodístico y su vena de escritora, pues a la vez que relata sus propias experiencias, también ofrece, brevemente, las de otras mujeres para que sus historias le sirvan a las y los lectores para compararlas, contrastarlas y, al cabo, reflejarse en ellas.
La finalidad que ulteriormente persiguió, dice la periodista y escritora fue “para que mujeres y madres de este siglo, pudieran encontrar un texto ameno y a la vez informativo como apoyo”, porque su trabajo final no sólo contiene experiencias y anécdotas, sino que al mismo tiempo incluye información y datos útiles médicos, psicológicos y prácticos sobre enfermedades, centros de atención, descripción de ayuda, tanto médica como social, impartida por instituciones públicas y privadas, información que además comparte citando la fuente de referencia para su más fácil consulta.
“La información que también incluye “Profesión: mamá” tiene que ver con la crianza de los niños, con la salud, tanto de la madre como la de los niños. Yo no soy experta en ninguno de esos temas y, siempre hay que ver a un especialista, pero sí es bueno saber a qué se enfrenta una mamá inexperta en esas lides. Así que quise llamar la atención sobre en qué detalles los padres pueden poner atención. Lo que más me interesaba a mí, porque yo soy periodista, era escuchar las historias de otras mujeres”, añade Irma Gallo.
La autora, además en su quehacer cotidiano, ha extendido su labor como periodista a publicaciones como Variopinto y Gentleman México, así como sitios noticiosos en línea como Sin Embargo Mx, Intemperie y Cuadernos Doble Raya, donde se ocupa, además de su tradicional asunto de literatura y libros, de otros temas como los derechos humanos y asuntos de género.
Por eso, las historias que también se testimonian en su libro son de personalidades como la cantante Eugenia León, la periodista Sanjuana Martínez y Norma Andrade, la maestra normalista, madre de dos hijas y activista de “Nuestras hijas de vuelta a casa”, cuyo caso es un ejemplo de sublimar el dolor, según relata la propia autora. También hay historias de mujeres artistas, empresarias y una anónima víctima de una larga depresión postparto. “Todas las facetas enriquecen y alientan”, dice Irma Gallo.
En contraste con su visión inicial cuando pensaba que su libro no le importaría a nadie, Irma Gallo se ha visto en una vorágine de presentaciones y actividades con respecto a la aceptación de su libro: “En cada presentación que el libro ha tenido desde su aparición, hay muchas preguntas de las mamás y de los papás, así me doy cuenta de que sí le interesó a la gente. Eso era lo que yo quería, algo que le aportara algo a la gente, no que fuera un libro pretencioso más”.
Escritores y periodistas ya reconocidos como Alejandro Páez Varela, Sandra Lorenzano, Témoris Grecko y Ricardo Ravelo han apoyado a la escritora que con una prosa suave, franca y con el dominio de la gramática que da el oficio de periodista, brinda este texto que bien puede ser el libro de cabecera de las mujeres del siglo XXI que anhelan ser madres y no renunciar a su legítimo derecho a ejercer una profesión.