Los chefs mexicanos Arturo Carrillo y Antonio Santoyo trajeron hasta Buenos Aires variados y encendidos sabores gracias a una cita culinaria que permitió degustar múltiples platillos de diversas regiones del país, desde un mole poblano hasta un pescado veracruzano.
Carrillo, chef ejecutivo del restaurante C’est la Vie, del hotel Le Méridien de la ciudad de México, y Santoyo, del prestigiado Elementos, ubicado en Tijuana, prepararon un bufete de platillos tradicionales acompañados de tortillas de harina y de maíz.
“La idea es que la gente pueda conocer lo que estamos haciendo en México, mostrarles sabores para que experimenten”, explicó Carrillo, quien aclaró que la propuesta no incluye platillos muy condimentados ni muy picantes para adaptarlo al paladar argentino.
“Lo que sí van a encontrar es la esencia de la comida mexicana, los sabores típicos de unos frijoles negros refritos, un arroz a la mexicana o, desde las costas, pulpos y camarones”, añadió.
Santoyo precisó que este festival, realizado durante cuatro noches en el Hotel Sheraton de Buenos Aires, quiso romper “la barrera de la distancia y transportar a la gente al mundo de la gastronomía mexicana, que puede parecerle muy lejano, pero que no está centralizado en el chile”.
“Sabores de México” fue el nombre del ciclo gastronómico que culminó este sábado y que fue inaugurado el pasado miércoles por el embajador de México en Argentina, Fernando Castro Trenti, quien convocó a un grupo de invitados especiales para disfrutar los platillos de los reconocidos chefs mexicanos.
Una penca de maguey coronada con un sombrero de charro daba la bienvenida a los comensales que, en una primera mesa, descubrían entradas frías como quesos y jamones, granos de elote, lechuga, salsa roja molcajeteada, tinga de carne roja y de pollo.
En otra estación aún más surtida destacaban los vasitos tequileros con guacamole, pulpo o coctel de camarones, más platos de ensalada de manzana con crema y nuez, chiles toreados, ensalada de frutas, chícharos, crujientes nachos y huevos cocidos condimentados.
La tercera mesa contenía platos calientes como caldo de camarón, carnitas con frijoles, costillar a los tres chiles y arroz a la mexicana, pollo con mole y merluza al mojo de ajo con papas al horno.
Para finalizar, en la mesa de postres Carrillo y Santoyo ofrecieron los tradicionales buñuelos azucarados, arroz con leche, budines de fresa y chocolate, así como diferentes tipos de pasteles.
Los invitados pudieron degustar margaritas y caballitos de tequila mientras sonaban canciones rancheras y se volvían a acercar a las mesas adornadas con el colorido papel picado que tanto se identifica con las festividades mexicanas.