Los vestidos Cardin son cortos, en su mayoría, con combinación de colores y motivos geométricos, fieles al estilo de la casa desde la década de los 60.
Los detalles, como orificios de cerradura o apliques, tan característicos en la "maison", no pasan desapercibidos. Una muestra de cómo la firma se apoya en sus ricos archivos, desde el presente y con la vista puesta en el futuro. En el apartado más rompedor, los amplios "sueters" con una escotilla en el centro.
La combinación de colores es una constante: naranja y negro, rosa y negro o azul y fucsia, entre otros. Sobre una kilométrica pasarela -por su largo tamaño- de azul, tan asociado a los mares, las modelos fueron desvelando una colección con pantalones sobre todo anchos, así como chaquetas entalladas, y pensada para mujeres de diferentes edades, algo que no suele ser la tónica dominante, por lo general.
Si el futuro y el universo del espacio inspiró a la casa hace más de seis décadas, ahora es el mar y su riqueza animal y natural la que sirve de sólida base para construir la colección a Rodrigo Basilicati Cardin. El sobrino-nieto de Pierre Cardin (1922-2020) continúa perpetuando el legado de este último.
Al compás de una música del grupo L'Impératrice, que ha actuado en directo y a cuyos miembros la firma viste para su gira internacional, han desfilado propuestas femeninas, aunque también una acertada selección de masculinas.
En muchas de ellas los tejidos de última generación han sido los protagonistas, así como las gafas de sol y los botines bajos negros de charol, en el terreno de los accesorios.
Estrellas de la música, como Beyoncé o Madonna, se han interesado por las creaciones de la marca en fechas recientes, portando algunas de ellas en sus espectáculos.
Desde hace un año, Pierre Cardin figura en el calendario oficial de la Semana del Prêt-à-porter femenino y se prevé crear un museo en 2025, adyacente a la boutique emblemática, cercana al palacio del Elíseo, residencia del presidente de la República francesa. Sus archivos cuentan con más de treinta mil prendas y complementos.
La firma, en vida de su fundador, fue perdiendo su aura de casa de moda de lujo, por las licencias que fue concediendo el señor Cardin: más de ochocientas, algo inaudito en el campo de la moda y los complementos, y más en un nombre unido en sus comienzos con la alta costura.
Pierre Cardin fue el primero en hacer desfilar su moda en las comunistas China y Rusia, en la Ciudad Prohibida y la Plaza Roja, respectivamente, ante cientos de miles personas.
