Permitirá declaratoria de la Unesco atraer turismo a Chiapas

La decisión de la Unesco al declarar patrimonio intangible a la Fiesta de los Parachicos de Chiapa de Corzo o la Fiesta Grande de Enero, permitirá fortalecer la cultura y ayudará a atraer aún más al turismo en esa ciudad colonial.

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Congreso de Chiapas.

La diputada local María del Rosario de Fátima Pariente Gavito expuso que la decisión del Fondo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), es resultado de la gran riqueza con que cuenta Chiapas y que ha mostrado al mundo.

La coordinadora del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD), refirió que enero es el mes de mayor importancia para los habitantes de Chiapa de Corzo, a 14 kilómetros de esta ciudad, pues celebra La Fiesta Grande de Enero, del 8 al 23.

Explicó que se dice que hacia 1650 llegó a Chiapa de Corzo, procedente de España, una señora de nombre María de Angulo, después de muchos intentos infructuosos de cura para su hijo que no podía caminar, había decidido consultar a un médico indígena de la región.

Éste le recetó medicina preparada con plantas nativas y baños en la pequeña laguna de Combujuyú, es decir, baño del jabalí, el hijo sanó y en agradecimiento, la señora acompañada de sus ayudantes provistas de canastas, repartió víveres entre la población de la región.

La fiesta comienza, la algarabía con la salida en la noche del día 8 de los “Chuntá”, hombres vestidos de mujer, recorrieron calles, lazan vivas y así da paso a una serie de rituales en honor a San Sebastián, el Señor de Esquipulas, San Antonio Abad y Santo Domingo.

Los hombres se disfrazan de mujeres, maquillados y arreglados con vistosos trajes de faldas largas y camisas bordadas, portando mascadas o chalinas en la cabeza, sobre la cual llevan canastas adornadas.

Los chuntá bailan al son de la danza “Bayashando”, con que anuncian las festividades de los santos que se veneran durante el mes de enero, este personaje representa a los sirvientes, a aquellos que repartieron los alimentos, carnes, frutas, verduras, donados por María de Angulo.

Los Parachicos representan a los que ayudaron a curar al hijo de la benefactora, recorren durante seis días las calles, alegrando a Chiapa de Corzo con sus chinchines, danzando y cantando al son del tambor y del carrizo, gritando vivas y venerando a los santos.

La vestimenta es una camisa y un pantalón normal, montera con coloridos listón, máscara, sarape, sonaja en las manos y en la cintura una chalina bordada.

Mientras que la Chiapaneca, otro de los personajes de la fiesta, es representada por mujeres vestidas con una camisa suelta hasta la cadera con boca redonda, caída hasta los hombros.

El traje es enmarcado por un vuelo ancho con un bordado en hilos de colores y una falda que va desde la cintura hasta los pies, bordada con flores de colores, se complementa con aretes, canasta en la cabeza, arracadas grandes, gargantillas, torzal de oro, pulseras y anillos.

Durante los días 17 y 20 de enero, los Parachicos y las Chiapanecas se agasajan al asistir a la comida grande, en donde la mesa es servida por el prioste de San Antonio Abad, con exquisitos platillos.

Ahí destacan pepita con tasajo, puerco en arroz y comida grande, guiso preparado a base de arroz y pepita de calabaza molida; el 21 de enero se realiza el Combate Naval en las aguas del río Grijalva.

El 22 de enero es el desfile de carros alegóricos, evento que es encabezado por los Parachicos y los Chuntá; el 23 es el desfile de los para despedirse del público y prometer en el templo de Santo Domingo de Guzmán, que regresan nuevamente al siguiente año.

La ciudad de Chiapa de Corzo se suma a las Zonas de Monumentos Históricos Patrimonio de la Nación, declarada en el 2000.