"Podemos encontrar un lugar común para beneficio de todas; así entiendo el feminismo. Juntas podemos protegernos entre mujeres, no con casos aislados y sí creo que un hombre puede ser feminista", aseguró la autora en entrevista a Efe.
La obra, editada por Planeta, recrea una historia de mujeres que se quedan con el negocio de la imprenta luego de la muerte de sus maridos y desafían al poder, a la Inquisición, mientras violan la prohibición de reunirse.
Paula de Benavides queda viuda. Decide salir adelante con la imprenta heredada de su esposo, Bernardo Calderón, lo cual la lleva a enfrentarse a un machista competidor, al poder y a una cadena de coincidencias que la llevan a tomar decisiones una y otra vez.
En el ambiente adverso, una hermandad de mujeres impresoras la atrae y a partir de ahí el libro transcurre por los caminos de los "thrillers" históricos, en este caso basado en mujeres que hace casi cuatro siglos se impusieron con inteligencia y osadía.
"Me encontré un dato en Twitter que mencionaba a Paula, entonces me puse a investigar. Yo siento que esta historia me levantó la mano y me dijo aquí estoy, cuéntame por favor", asegura.
Hernández es una obsesionada con los huecos que deja la enseñanza de la historia en las escuelas de México, donde se habla de los mexicas que destrozaron a otras culturas, luego de la llegada de los españoles y de repente se salta 300 años hasta la guerra de Independencia.
"En ese tiempo hubo generaciones de personas que trabajaban, comían, tenían problemas, sueños e ilusiones y nadie lo cuenta. Es un hueco que tenemos y en este caso para mí el hueco es importante porque son las bases de la industria editorial en este país, las viudas. No es que no hubiera impresores, pero eran menos", revela.
El libro deja guiños sobre la vida cotidiana de México en el siglo XVII, cuando los edificios más altos eran los de las parroquias, los virreyes eran omnipotentes y la Iglesia podía destruir la vida de una persona de un día para otro.
La autora recrea el ambiente de la época. Una relación lésbica que no queda claro si se completa es un guiño a la posible unión de Sor Juana Inés de la Cruz con la virreina Maria Luisa, su mecenas, mientras el personaje Inés, amante del virrey y apasionada al teatro, parte de la figura de La Calderona, amante de Felipe IV.
"Es una historia acerca del poder, de lo que estamos dispuestos a hacer para conseguirlo y mantenerlo. También es una historia de supervivencia; lo que hacen las viudas es unirse de manera subrepticia", dice.
La novela de mujeres es un pretexto para hablar con la autora del machismo en México, donde el año pasado se registraron casi mil feminicidios, sin que los políticos lo evitaran. Hernández aborrece a los misóginos, pero también a las mujeres que los educan.
"No me cuadra quejarse del machismo, criar hijos machos y decirles que te levante el plato tu hermana, que te haga la cama tu hermana. Esto me mata. Para mí el machismo empieza ahí y muchas dicen, es que es 'machín', él va a trabajar. Nosotras también trabajamos", explica.
Es Mónica Hernández una feminista de hechos, que cree en el poder de las mujeres, pero también en cofradías de ellas con hombres, en la vida y en las relaciones de pareja, que, a su parecer, son mejores si se alejan del concepto de necesidad.
"Cuando idealizas a una persona y estás con ella porque la necesitas, eso no va a funcionar jamás. Estás con ella porque estás bien tú con esa persona y sacas lo mejor que tiene el otro", asegura.
-¿Decirle 'no te necesito' a la pareja puede ser un acto de amor?
"Eso creo. Una buena idea es, te quiero, pero no te necesito".