La nueva Cenicienta de Disney despide con magia la Berlinale

El mágico universo de Walt Disney en el que todo termina bien fue hoy el elegido para cerrar el telón de la Berlinale con el sabor de un clásico como "Cenicienta", pero esta vez con una princesa de carne y hueso.

Bajo la batuta de Kenneth Branagh, la joven actriz británica Lily James -conocida por encarnar a Lady Rose McClare en la exitosa serie "Downton Abbey"- se mete en la piel de la muchacha huérfana reducida a sirvienta por su madrastra, encarnada por una Cate Blanchett tan sofisticada como cruel.

"Era demasiado mayor para Cenicienta y no lo suficiente divertida para el hada madrina, así que sólo quedaba la madrastra", ironizó una simpática Blanchett que derrochó elegancia y carcajadas a partes iguales durante la presentación. "Por eso intenté maltratarla todo lo que pude, pero al final no funcionó", bromeó.

Y es que Cenicienta, que es todo candor y bondad, cuenta con un ángel de la guarda: una Helena Bonham Carter que convierte ratones en corceles y el destartalado vestido de la joven en un majestuoso "look" para dejar sin aliento al príncipe, que no es otro que el Rob Stark de "Juego de Tronos" Richard Madden.

"La diseñadora es un genio, pero en cuanto al confort..." ironizaba la protagonista de "Sweeney Todd" sobre su igualmente imponente modelo, con el que apenas podía ir al baño. "Nunca he llevado nada como aquello y no creo que me ponga jamás nada parecido", comentó entre risas esta actriz conocida por encumbrar las listas de peor vestidas en las alfombras rojas.

El realizador de "Thor" o la shakespereana "Mucho ruido y pocas veces", que suma ya cinco nominaciones al Oscar como actor, guionista y cineasta, se propuso aquí subrayar el lado humano del cuento de hadas. Y es que pese a ser una historia conocida por todos, "el ADN psicológico" del guión de Chris Weitz ("About a Boy") logró sorprenderle.

Aunque el cuento de hadas se remonta a un relato egipcio del siglo I, algunos de sus elementos más característicos como la calabaza o los zapatos de cristal no llegaron hasta la versión que publicó el francés Charles Perrault en 1697. Dos siglos después, los hermanos Grimm contaron la historia en un tono mucho más oscuro, pero Disney volvió a Perrault para inmortalizarla.

En esta versión de acción real, Branagh logra mantener esa mágica fascinación que encandiló a generaciones sirviéndose de unos cuidados efectos especiales -hubo aplausos tras la espectacular escena en que se deshace el hechizo-, aunque la historia en sí no aporte nada demasiado nuevo: sigue siendo un cuento Disney en estado puro.

Los estudios esperan repetir así el rotundo éxito que hace 65 años cosecharon con la versión animada de "Cenicienta". Y es que los casi tres millones de dólares que costó reportaron diez veces más a las arcas de Disney, convirtiéndola en un clásico que el American Film Institute sitúa entre las 10 mejores películas animadas de la Historia.

Nada que ver, por tanto, con la sombría versión de la "Bella y la Bestia" que el año pasado clausuraba la Berlinale con Léa Seydoux y Vincent Cassel como protagonistas. De hecho, parece que Disney se ha propuesto seguir adaptando sus clásicos y está preparando su propia adaptación de la historia. De momento, ya hay un nombre confirmado: Emma Watson será Bella. (DPA)