El Museo Nacional de Arte de China será hasta el próximo 15 de febrero sede de la cita artística, que congrega en esta edición 707 trabajos creados por 573 artistas de 117 países, según los datos facilitados por los organizadores.
La frase elegida como título para esta bienal pretende ser, a la vez, un guiño al espíritu y la antorcha olímpicas, y al espíritu de supervivencia frente a la pandemia de covid-19 con la que el planeta lleva ya dos años lidiando.
Precisamente por las estrictas medidas de prevención que mantiene China -con las fronteras prácticamente cerradas y una política de "tolerancia cero" frente al virus- la inauguración del evento tuvo una participación muy restringida, aunque el público pequinés sí podrá acceder a las exposiciones y también habrá una edición virtual de la cita.
Pinturas, esculturas, instalaciones e imágenes se codean una vez más en la capital china con temáticas que hacen especial hincapié en el deporte, pero también en la crisis sanitaria: desde obras que homenajean a los trabajadores sanitarios a otras que rinden tributo a "los atletas olímpicos invernales que desafían los límites" o las que "reflexionan sobre el sentido último de la vida", resaltó la organización.
Las principales obras de artistas chinos en esta bienal son tres obras de gran formato de Wang Xuexian, Li Hongjun y Zhang Lian, todas inspiradas en los JJ. OO. de Invierno.
Además de la exposición central, entre las muestras temáticas de este 2022 destaca 'The Spirit of Europe' ("El espíritu de Europa") que reúne por primera vez en una bienal internacional obras de artistas de la UE.
La selección, que puede verse en el pabellón europeo, cuenta con pintura, fotografía, collage, vídeos e instalaciones que ofrecen al público "un gran despliegue de creatividad europea", según la comisaria de la muestra, Lucía Sollinger.
El artista Eugenio Ampudia representa a España en esta iniciativa con el vídeo 'La vuelta al Prado', una imaginaria vuelta ciclista al gran museo madrileño que se integra en una exposición planteada en torno a la pregunta de si existe un "espíritu europeo" y la capacidad del arte para "definirnos con una entidad cultural propia y distintiva", indica Sollinger.