Al asegurar que no han recibido un trato equitativo de las autoridades que controlan ese milenario centro ceremonial, la ligereza del organismo, Silvia Cimé Mex afirmó que van a solicitarle a las deidades mayas que intercedan en su favor para que sean tomados en cuenta en su propio lugar de origen.
"Vamos a pedirle a los dioses mayas que alguna autoridad sensible y consciente atienda nuestras peticiones de expropiar los terrenos donde hoy está Chichén y que pertenecen a particulares para que podamos entrar a trabajar al lugar sin prohibiciones".
En conferencia de prensa, Cimé Mex reprochó a las autoridades los privilegios que tienen los organizadores del concierto para llevarlo a cabo, mientras que ellos están sujetos a varias restricciones, principalmente en los últimos días a raíz de los trabajos previos para ese acto artístico.
Incluso, cuestionó la autorización del concierto que afectaría las estructuras de dicha zona arqueológica como consecuencia de los trabajos para montar el equipo, escenario y sistema de audio.
Al respecto, la representante de los inconformes exhibió unas fotografías en las que se observa a varios trabajadores levantar partes completas del piso del lugar, presuntamente para instalar las grandes estructuras del escenario, así como de varios camiones estacionados cerca de los edificios y antiguos caminos de esa ciudad maya.
"Nos llamó mucho la atención que desde hacedos días se prohibió a todos tomar fotografías en el interior del lugar y pues poco después entendimos el por qué", sostuvo.
Agregó al agregar que pese a que está prohibido subir a los edificios de la zona, desde hace varios días personal que prepara e "show" sube y baja de ellos sin restricciones.
"A nosotros, por ejemplo, no nos dejan usar los caracoles en nuestras ceremonias en el interior porque dicen que el sonido que genera daña a los edificios, pero por otro lado dejan instalar toneladas de equipo que generarán miles de decibeles ¨a poco son menos ruidosos que los caracoles?", cuestionó.
"Esto de los conciertos en Chichén Itzá es simple y sencillamente un gran negocio, son actividades con meros fines de lucro y en donde hay mucho dinero de por medio, por eso creemos que los organizadores hacen ese tipo de acciones que modifican el entorno natural de la zona", subrayó.