Gonzalo Chillida, pintor del agua y el monte, llega a Roma por primera vez

El artista español Gonzalo Chillida se ganó el título de "pintor del agua y del monte" tras retratar la esencia de la costa Cantábrica en su obra, que, por primera vez, es expuesta en Roma en una muestra monográfica "concebida como una maleta de viaje", explica a Efe su hija Alicia, comisaria de la exposición.

81a3d6aab4a0acaae1bd249c35dd6f82b6aa3ad8miniw.jpg

La exposición de Gonzalo Chillida en Roma. EFE/Andrea Cuesta

La muestra, que se inaugura mañana y podrá visitarse hasta el 9 de julio en la sala Dalí del Instituto Cervantes, recorre la trayectoria artística y vital del pintor donostiarra a través de 34 obras, diez litografías y 180 fotografías y collages, además de un documental.

Gonzalo Chillida (1926-2008) inició su carrera pictórica en 1947 en la Academia de Bellas Artes de Madrid, retratando los paisajes de Castilla, tan distintos de los de su natal San Sebastián, pero de los que quedó prendado toda la vida y que definió como "lo más parecido al mar por sus desiertos de arena", según su hija.

Tras ese primer periodo, en el que su pintura estuvo muy marcada por los grandes maestros del Prado, su estilo pasó a una etapa geométrica en su paso por París hasta su regreso en los años 60 a San Sebastián.

"Su carrera desemboca en su ley motriz que son las arenas, lo que le convierte en el pintor del agua y del monte, de la costa Cantábrica, un paisaje que él intentó traducir en sus pinturas", explica Alicia Chillida.

Este escenario marcado por la niebla, el mar, la luz marina y la arena se plasmará en sus lienzos con una paleta de colores grises y ocres que simbolizan "la profundidad de las ideas del norte".

El pintor logró esta profundidad con una pincelada cada vez más suelta con la que "intentó conquistar una mayor libertad", resalta la comisaria de la muestra, que cuenta con la colaboración del Instituto Cervantes de Roma, acción Cultural Española y Etxepare Euskal Institutua.

Pero esta exposición va más allá de los 34 lienzos seleccionados y presenta al público italiano una selección de 180 fotografías y collages, “vitales” para él, ya que eran "su verdadero método experimental", aunque hasta ahora no se había reparado con detalle en este método, sostiene su hija.

"Me parece importante porque realmente a él no le interesa la transposición de la realidad en directo, sino la experimentación de lo que es el montaje, el artificio, y en eso Gonzalo es un artista moderno", declara.

En esta línea, el subdirector de cultura del Instituto Cervantes, Ernesto Pérez, destaca la "mirada especial" de Chillida, entre lo poético y lo intimista, una mezcla que pocos pintores españoles han logrado.

"Está entre la figuración y la abstracción con una calidad y una luz especial que nos parece que está a la altura de los grandes pintores contemporáneos, y eso es lo que queremos enseñar al mundo", afirma.

Antes de la inauguración, Alicia Chillida recorre con Efe las salas de la muestra, que llega a Roma tras pasar por París, con los ojos atentos de una experta en arte que revisa que todo esté perfecto, pero también con una dulzura que deja ver "el amor filial y el aprecio a una obra conocida desde hace tiempo", reconoce.

La comisaria lamenta que la obra de su padre no haya trascendido como sí lo hizo la obra de su tío, el escultor Eduardo Chillida: "Tenían enfoques muy diferentes de su vida profesional y a pesar de tener una relación muy estrecha era divergente. A Gonzalo nunca le gustó mostrarse públicamente, era una persona afable pero muy intimista".

Este mismo silencio con el que se rodeó, "siempre velado como sus pinturas", toma un "sentido muy profundo en su pintura", que en su estética roza un estilo oriental.

"En París conoció a maestros orientales pero no creo que llegase a este estilo oriental de manera consciente sino quizá por el amor al vacío", explica su hija.

Tras su parada en Tokio, donde la comisaría cree que la obra del pintor español se va a entender mejor que en ningún otro sitio, “la maleta de viaje” de Chillida regresará en 2023 al Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde se complementará con más material de uno de los mayores protagonistas del panorama cultural español contemporáneo.