El Louvre encuentra su "otro yo" en Abu Dabi

El museo del Louvre, que en París ofrece un paseo por la historia del arte universal, ha ampliado sus tentáculos para llevar esa experiencia al emirato de Abu Dabi, que con su primera exposición busca tener una "identidad especial".

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Fotografía del Museo del Louvre de Abu Dabi en la que se aprecia el cuadro "Retrato de una dama", pintado en 1928 por el español Pablo Picasso (1881-1973) y adquirido por el Louvre para dar brillo a su proyecto en la capital emiratí.

La muestra "El nacimiento de un museo" es el aperitivo de lo que será la colección permanente del futuro museo del Louvre de Abu Dabi, diseñado por el célebre arquitecto francés Jean Nouvel y que está previsto que abra sus puertas en 2015.

A pesar de la inevitable influencia del museo nacional de Francia, una responsable del proyecto de Abu Dabi, Céline Hullo-Pouyat, defiende lo "especial" de la versión emiratí.

Lo que le da ese carácter único, explica, es el proceso de selección de los trabajos artísticos, que se inició en 2009 y que ha consistido en un estudio "exhaustivo para que las obras reflejen la historia del arte a lo largo de todas las épocas".

En una entrevista a Efe, Hullo-Pouyat considera que el valor de las obras seleccionadas es "extraordinario desde una perspectiva artística e histórica", por lo que no se puede hablar de un valor "fijo" en términos económicos.

Hasta el próximo 20 de julio, se exponen en la isla de Saadiyat, concebida como un distrito cultural próximo a la capital del rico emirato, un total de 130 de las 460 obras que -se espera- completarán los fondos del museo.

De la era más antigua a la más moderna, la muestra recorre distintas civilizaciones y hace un alto en el camino para centrarse en las tres religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam.

En el interior de urnas de cristal, se pueden observar un delicado cuadro de marfil que refleja episodios de la vida de Jesucristo y que data del siglo XI; una antigua copia del Talmud, texto sagrado del judaísmo; o unos versículos del Corán del siglo XIII.

También hay espacio para estatuas orientales como la que representa al dios hindú de la destrucción, Shiva, u otra con la forma de un bailarín del siglo X de la India.

Entre las obras más valiosas, figura el "Retrato de una dama", pintado en 1928 por el español Pablo Picasso (1881-1973) y adquirido por el Louvre para dar brillo al proyecto de Abu Dabi.

Hasta hace poco, el cuadro solo se conocía por una mención en un libro del historiador del arte John Richardson, para quien la mujer representada en el mismo era la modelo Natalie Peley, nieta del zar Alejandro II y esposa del modisto Lucien Lelong.

La exposición incluye también una fotografía tomada en El Cairo por el francés Joseph Vilebert Deboulanger (1804-1892) que, bajo el título "Ayusha", es la imagen más antigua conocida de una mujer cubierta con el velo islámico.

No faltan en la colección obras de la era otomana, dibujos sobre seda procedente de Japón y trabajos de reconocidos pintores occidentales, como el italiano Giovanni Bellini (1433-1516), el francés Édouard Manet (1832-1883) o el estadounidense Cy Twombly (1928-2011).

Con la intención de dotar a la pinacoteca del "alma del siglo XXI", con obras procedentes de los más variados rincones del mundo y de todas las épocas, el Louvre de Abu Dabi combina la experiencia cultural francesa y la fuerza de los petrodólares emiratíes.

"La obtención de obras valiosas cuenta con el apoyo, en gran parte, del Gobierno emiratí", sostiene a Efe la directora del proyecto, Hisa al Zaheri, reticente a hablar de cifras concretas.

Conseguir prestado el nombre de "Louvre" durante treinta años para el nuevo espacio de Abu Dabi le ha costado a Emiratos Árabes Unidos mil millones de euros (unos 1,290 millones de dólares), una suma que Francia piensa reinvertir en los museos galos.

Pero no solo hay dinero de por medio. El Louvre de Abu Dabi también recurre a los expertos franceses en el proceso de selección de las obras.

"El comité de selección para el Louvre de Abu Dabi no es independiente a la hora de adoptar decisiones, sino que trabaja según los criterios del Louvre de Francia", precisa Al Zaheri.

Esa cooperación entre los Gobiernos emiratí y francés pretende animar el panorama cultural de ese país del Golfo y, por qué no, tener un motivo más para continuar la construcción de hoteles y urbanizaciones turísticas en la zona.

(EFE)