“Yo veía que todo el mundo tenía su concepto de la princesa: Jazmín, para el Medio Oriente; Tiana para el afroamericano, pero ¿dónde estaba nuestra princesa más mesoamericana, más latina?”, dice Fernández en una entrevista con EFE.
Orgulloso, desde su oficina de animación, el cineasta reconoce que esa fue una de sus principales inspiraciones para realizar el filme, que también tomó como base las ruinas de Tulum, en el sureste del país, a donde acudió hace muchos años en un viaje.
“Yo cuando fui ese viaje dije: ¿cómo sería esta ciudad si existiera ahorita, si hubiera seguido hasta hoy? Y de ahí empezó alguna vez la idea de hacer algo con una especie de civilización prehispánica mezclado con fantasía”, expresa.
Es así que Fernández mezcló estas dos ideas y creó a una princesa mesoamericana que se encontraría con un personaje diametralmente opuesto: un niño vikingo que le puso “la cereza del pastel a la historia”.
La idea, sin embargo, se cristalizó 13 años después, tiempo en el que trabajó junto con un equipo de apenas cuatro personas, a la espera de que alguna productora tomara el proyecto para hacerlo realidad.
“Tardamos 13 años en hacer la película, es mucho tiempo, más con esta técnica de animación tradicional, para que quedara con la calidad que queríamos. De repente eran días de no saber si la íbamos a acabar y ahorita ver que está en 500 salas, está valiendo la pena”, compartió.
‘Uma & Haggen: Princesa y vikingo’ cuenta la historia de Uma, una niña de 11 años que huye de Aisza Munna, su ciudad natal, para buscar la manera de recuperar el trono de su reino sin tener que ser sacrificada, como lo indica la profecía.
Pronto conocerá a Haggen, un pequeño de 8 años que cruza el mar con la esperanza de salvar su reinado.
Así, a pesar de ser totalmente opuestos, ambos se embarcan en una misión en la que el compañerismo, la lealtad y el amor serán la clave para restaurar la armonía de ambos mundos.
Abrazar lo artesanal
La película se realizó con la técnica de animación tradicional 2D, que implica el uso de 12 a 24 dibujos por segundo para recrear el movimiento de los personajes.
Para Fernández, el uso desmedido de la Inteligencia Artificial (IA), que permite crear material sin prácticamente hacer uso pleno de la creatividad humana, deja de lado la parte única y artística de la animación.
“Todo el mundo está haciendo otro tipo de animación, pero nosotros siempre hemos sido súper fans de la animación tradicional 2D, de hacerlo de manera artesanal, y sentimos que tiene un valor que es imperecedero”, afirma.
Es por ello que empresas mexicanas como KoolToon Entertainment e Ithrax Producciones trabajan de manera artesanal respetando el trabajo de artistas y animadores mexicanos y busca abrir oportunidades laborales para ese talentoso gremio.
Y es justo eso lo que ha distinguido a estas películas animadas independientes, pues con un presupuesto significativamente inferior, han logrado productos de calidad como esta cinta.
“De repente se vuelve complicado que una película de 300 millones de dólares (unos 273,4 millones de euros) esté junto a una película que tuvo el 1 % de ese presupuesto, como la nuestra, pero es donde tenemos un espacio, porque nos da personalidad y la calidad de un equipo artesanal, con un buen guion, producción, música y doblaje”, dice.
Abrir más oportunidades para la industria
Si bien Fernández reconoce que en México existe un “club” en el que “siempre apoyan a unas 10 personas”, también acepta que ante este escenario se ha dedicado, junto con su equipo, a trabajar para “tratar de abrir la industria” de la animación en el país.
“Demostrar que aquí hay oportunidades y que sí se pudo hacer esta película totalmente independiente y que tiene esta calidad y a la gente le está gustando, eso genera un movimiento y queremos que eso abra puertas a las siguientes generaciones”, expresa.
‘Uma & Haggen: princesa y vikingo’ está en las salas de cine de México desde el pasado 4 de enero, y Fernández ya trabaja en la segunda parte de la historia, pero pide que “vayan al cine, porque eso nos va a apoyar muchísimo para seguir trabajando”.