"Maldita sea. ¿Cuándo se va a acabar esto?". No tengo la respuesta pero hay cosas que deberíamos estar haciendo ya como es frenar en seco la venta de rifles de asalto, cosa que hacíamos antes, y reforzar los chequeos de los compradores de armas, que existiera un historial" para que no puedan adquirirlos personas con desequilibrios mentales, ha indicado Don Winslow en una entrevista con EFE.
Winslow, autor de veintiuna novelas del género negro como "El invierno de Frankie Machine", "Salvajes" (que fue llevada al cine por Oliver Stone), "El poder del perro" o "El cártel", y que ejerció anteriormente como investigador privado, experto en lucha antiterrorista y consultor judicial, acaba de recibir en Madrid el premio José Luis Sampedro en el marco del Festival "Getafe Negro" por la calidad de su literatura y el compromiso social de sus novelas.
Un compromiso que, ha dicho, hace veinte años no hubiera valorado ya que "lo único que estaba intentando hacer era entretener". Pero "entonces, pasan cosas" como ocurrió cuando en 1998 al levantarse leyó en el San Diego Union Tribune una noticia sobre la masacre de 19 personas inocentes, hombres, mujeres y niños, en México.
Fue el comienzo "de esta odisea de 23 años", ha indicado el autor, que comenzó a investigar sobre los cárteles de la droga y a conocer a miembros de bandas callejeras, drogadictos, policías... "Entonces empecé a sentir un tipo de responsabilidad para retratar sus vidas dentro de la ficción. "Quería seguir siendo alguien que entretiene y un contador de historias pero intentar ofrecer al lector una idea de quienes eran esas personas, sus esperanzas y sus vidas".
También ahora conoció por la prensa al comienzo de su jornada la noticia del tiroteo en Maine:"No hay ningún propósito legítimo para que alguien sea poseedor de un rifle de asalto", ha insistido el escritor que ha señalado que aunque muchos norteamericanos están a favor de restringir el uso de las armas, "los políticos, y especialmente los republicanos, están en las garras" de organizaciones como la asociación del Rifle.
El problema, explica, es que las armas ya están ahí fuera, dice Winslow, que considera un sinsentido que ya existan 3 pistolas o armas por cada norteamericano. Y asegura que cuando oye a la derecha de su país decir que "las armas no matan a las personas porque son las personas las que matan a las personas", él responde: "cierto, eso es verdad. La gente mata a la gente, con armas".
El autor acaba de terminar la tercera novela de su última trilogía policiaca que ya componen "Ciudad en llamas" y "Ciudad de los sueños", tras lo que, como ya anunció, se retirará de la literatura para dedicarse ahora, por lo menos hasta noviembre del 2024 "a hacer lo que pueda para conseguir parar, frenar a Donald Trump". "Ese es mi foco", ha dicho.
También deja de escribir, ha asegurado, para "hacer sitio en el escenario para los escritores que vienen o más jóvenes", después de haber disfrutado de una carrera "estupenda", mucho mejor de lo que hubiera podido soñar "o de lo que incluso merezca".
Cree que le hará muy feliz salir de la vida pública, leer más y "coger olas" -vive entre California y Rhode Island-. Y dedicarse a dos pasiones, la investigación, aunque no para escribir, sobre la historia muy temprana de los nativos americanos y las vidas de las modelos de los pintores impresionistas.