Entre los 21 edificios que formarán la réplica de Tenochtitlán, urbe fundada en el siglo XIV y una de las mayores del mundo en su época, destacan las pirámides de Coacalco, Cihuacoatl, Chicomecoatl y Xochiquetzal, templos como el Mayor o el del Sol, y un campo de juego de pelota prehispánico, todos ellos rodeados por un canal con agua.
El "rescate histórico" es la clave de este proyecto, que se levantará sobre unas 300 hectáreas, y donde además de las construcciones de inspiración prehispánica también habrá oficinas, dos hoteles de la cadena Hilton y dos centros comerciales, uno de ellos dedicado a firmas de moda internacionales.
Las edificaciones del "recinto sagrado", el corazón del parque, de 16 hectáreas, conservarán las dimensiones originales y el colorido e ilustraciones que, según la bibliografía de cronistas como Bernal Díaz del Castillo, decoraban la capital mexicana.
Estos pabellones se destinarán a exposiciones y, en el caso del campo de juego de pelota, a conciertos y eventos culturales. En el interior de varios de los templos se instalarán pantallas de cine IMAX.
"Tenemos que recuperar la arquitectura prehispánica, nuestra verdadera arquitectura", señaló en Ciudad de México el presidente del proyecto, Iván Castañeda, quien matizó que sus edificios "serán inteligentes, a la altura de los negocios del siglo XXI".
Para "salvar esas raíces", en cuya importancia hacen hincapié los creadores del proyecto, el Centro Nican Ca Tenochtitlan, como se denominará, también incluirá un Museo de la Cultura Azteca y una embajada de los pueblos indígenas.
Además, el canal que rodeará a la réplica del recinto sagrado ofrecerá un recorrido nocturno desde donde se podrá asistir a una recreación de cómo la capital de los aztecas fue arrasada por los colonizadores en el siglo XVI.
El equipo que gestiona el proyecto estima que los trabajos comenzarán en "unos dos meses" y que el mismo generará más de seis mil empleos directos y que llevará unos cinco años finalizarlo, aunque las primeras recreaciones estarán listas "a finales de 2010".
El plan cuenta con un presupuesto global de tres mil millones de dólares, todos ellos aportados por inversores privados extranjeros cuyos nombres no se revelaron pero sí su procedencia: Francia, Inglaterra, Chile y Perú.
La ubicación exacta de este parque de negocios e intercambio cultural todavía se desconoce, aunque sí se sabe que estará en la localidad de Huixquilucan, elegida por su cercanía a una carretera, aún en proyecto, que unirá el Distrito Federal con Toluca, la capital del Estado de México.