El inmueble florentino celebra su primer siglo de vida con la muestra “Luce sul ‘900” (Luces del 900), que estará abierta hasta el próximo 8 de marzo, explicó su directora, Simonella Condemi.
En un recorrido con medios extranjeros, Condemi, que al lado de Ettore Spalleti es también curadora de la exhibición, explicó que fueron seleccionadas 120 obras de los principales intérpretes de la cultura figurativa italiana del siglo XX, como Felice Carena.
Asimismo, Felice Casorati, Giorgio De Chirico, Filippo De Pisis, Gino Severini, Giuseppe Capogrossi, Guido Peyron o Ottone Rosai.
Dijo que gracias a donaciones, adquisiciones, premios y depósitos se acumularon en el curso de los años decenas de obras de arte, muchas de ellas nunca antes exhibidas, que ahora se ha decidido mostrar.
De la exposición forman parte cuadros de los llamados “Macchiaioli” (Manchadores), como fue denominada la corriente pictórica italiana desarrollada en Florencia en la segunda mitad del siglo XIX y que no fue otra cosa que una expresión local del realismo impresionista nacido en Francia.
Según Condemi, fue gracias a los “Macchiaioli” que Florencia sintió la exigencia de contar con una galería de arte que tomara en consideración los nuevos nombres vinculados con el arte moderno. No fue fácil, sin embargo, organizar una exposición dedicada a un periodo de la historia del arte que en Florencia, especialmente, contaba con un interés menor del público, acostumbrado a las innumerables obras del Medioevo y del Renacimiento con las que cuenta la ciudad.
La muestra está organizada de modo no convencional, pues en la disposición de las obras se eligió el criterio cronológico de su adquisición por parte de la Galería y no un criterio de corriente artística o de orden por autor.
Se abre con el cuadro “Retrato de funcionarios” (1912), de Mario Cini di Panziano, que según la superintendente para el Patrimonio Artístico de Florencia, Cristina Acidini, durante años estuvo custodiado en oficinas públicas.
La muestra prosigue con obras de Baccio Maria Bacci, Pietro Fragiacomo, Plinio Nomellini y Elisabeth Chaplin. Incluye también la “Maremma toscana”, de Giovanni Fattori, el principal exponente de los “Macchiaioli”, y otras pinturas de esa corriente, como “Lo stalletto”, de Vincenzo Cabianca, o “Tetti a Riomaggiore”, de Telemaco Signorini.
Las obras más recientes que forman parte de la exposición son “Il mare”, pintada en 1999 por Sergio Scatizzi; “Ragazza con vestito bianco”, de 1984, de Flavia Arlotta, o “Senza titolo”, de 1970 de Giuseppe Capogrossi.
Sobresalen también los cuadros “Canzone meridionales” (1930), de Giorgio De Chirico; “La pensierosa” (1921), de Giovanni Costetti o “Narciso” (1965), de Carlo Levi.
Condemi explicó que las únicas obras de la muestra de periodo fascista son las esculturas “David”, realizada en 1936 por Venanzo Crocetti, y “Profilo continuo o Dux” (1935), de Renato Bertelli, lo que demuestra que la colección se enriqueció más por un interés artístico que político.
La Galería de Arte Moderno es uno de los ocho museos del Palacio Pitti, construido en el siglo XV por el banquero Luca Pitti y que llegó a ser residencia de los grandes duques de Toscana y del rey de Italia.
El Palacio Pitti es visitado anualmente por un millón de personas en promedio, lo que lo convierte en el tercer monumento más popular de Florencia después de la Galería de los Oficios y la Galería de la Academia.