Cartagena embrujó a García Márquez y Gabo embruja a Cartagena

Cartagena con su historia, sus murallas y castillos, con callejones y balcones coloniales y con su imponente mar Caribe embrujó al inmortal Gabriel García Márquez, y un año después de su muerte Gabo embruja a la ciudad de la mano de 20 actores y de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI).

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Gabriel García Marquez.

Una singular Gabomanía tomó las calles del centro histórico de Cartagena para celebrar los 20 años de la FNPI, que es uno de los legados más importantes que haya dejado el Premio Nobel (1982) a Colombia y al continente.

Veinte actores, vestidos de blanco y portando una máscara con el rostro sonriente de García Márquez (Gabo) sorprendieron a residentes y turistas que caminaban por las calles de la ciudad amurallada de Cartagena.

Unos portaban la máquina de escribir, otros la libreta de apuntes del reportero, y un tercer grupo llevaba la cámara fotográfica, las tres armas del joven periodista, que no dejaba de sonreír.

El recorrido se inició con un grupo de música vallenata, una de las pasiones de García Márquez, y cuyos temas clásicos son pequeñas crónicas nacidas en el mundo macondiano del Caribe, fuente de inspiración de Gabo.

Esta fue la forma como la FNPI, que tiene su sede principal en la calle de San Juan de Dios, a un costado de la iglesia San Pedro Claver, en el centro histórico de Cartagena, celebró este 18 de marzo su aniversario número 20.

Fue una espectacular remembranza del Gabo periodista, que se multiplicó para recorrer el centro histórico de Cartagena, que fue un referente en la vida y en la obra de García Márquez, y en particular de su novela Del Amor y Otros Demonios, que tiene como escenario la ciudad amurallada.

El 26 de octubre de 1949, cuando empezaba su oficio de reportero, Gabo fue enviado por el jefe de redacción del diario El Universal, al antiguo convento de Santa Clara, que iba a ser demolido para edificar sobre él un hotel de cinco estrellas, y presenció el vaciado de las criptas funerarias.

En el lugar, se exhumaron los restos de un virrey de Perú y su amante secreta, un obispo, varias abadesas, un bachiller de artes y una marquesa.

Pero la sorpresa saltó al destapar la tercera hornacina del altar mayor: se desparramó una cabellera de color cobre, perteneciente a una niña. En la lápida apenas se leía el nombre Sierva María de Todos los Ángeles.

De la noticia de aquel día surgió la idea para su libro Del Amor y otros Demonios.

Los 20 personajes interpretando a Gabo periodista hicieron estaciones en sitios como la Plaza de Bolívar, el lugar donde García Márquez pasó la primera noche, cuando llegó a la ciudad de Cartagena en 1948, procedente de Bogotá.

El cronista cultural del diario El Universal, Gustavo Tatis, recordó en el coloquio sobre historias de Gabo periodista, que el Nobel de Literatura, en la noche del 20 de mayo de 1948, cuando dormía en la Plaza de Bolívar, la policía lo detuvo por romper el toque de queda.

En mayo de 1948 Colombia aún no salía del impacto que generó el asesinato del líder liberal, Jorge Eliécer Gaitán, en el centro de Bogotá, lo que dio origen a la guerra que vive este país desde entonces.

El toque de queda se volvió recurrente ese año como una medida que intentaba prevenir acciones violentas entre los liberales y conservadores, y violar la ley era ir a los calabozos. Esto fue lo que vivió Gabo esa noche del 20 de mayo de 1948, el año en que García Márquez, inició su oficio de reportero de diario.

La FNPI recordó que a “lo largo de un año, entre 1994 y 1995, Gabriel García Márquez, junto a un grupo de colegas, se dio a la tarea de planear y poner en marcha un espacio que le sirviera a los jóvenes reporteros para “hacer una pausa en la formación académica”.

La idea de García Márquez era “volver al sistema primario de talleres prácticos en pequeños grupos con un aprovechamiento crítico de las experiencias históricas y en su marco original de servicio público”.

“Bajo esta premisa, Gabo inauguró en Cartagena el 18 de marzo de 1995 el “primer siglo de labores” de una institución que hoy lleva el nombre de su creador en su razón social: la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI)”.

En sus primeros 20 años, la FNPI, con el apoyo “de maestros, colaboradores, entidades aliadas y periodistas y medios de todo el continente, ha trabajado por la excelencia, la ética y la innovación en el periodismo en lenguas española y portuguesa”.

Las vivencias personales de García Márquez, su oficio de reportero, de creador de ficciones macondianas, de nexos familiares, de parrandas hasta el amanecer, al son de la rumba vallenata, de sus grandes amigos, que aún viven en esta localidad y añoran al Gabo que se fue un jueves Santo de 2014, hacen de Cartagena su ciudad.