En declaraciones a la edición digital del semanario "Die Zeit", una portavoz de la alianza ambientalista calificó esta clasificación de escándalo.
"Ya sea al cerrar centrales eléctricas de carbón, al ampliar infraestructuras de gas totalmente perjudiciales para el clima o un límite de velocidad, el gobierno está pisoteando nuestros derechos constitucionales a un futuro digno de ser vivido", escribió el grupo en una declaración.
Mientras esto siga así, "Ende Gelände" continuará considerando que "la protección del clima es un trabajo manual", que "no es extremismo ni sabotaje", sino "una protección real de la Constitución".
Por contra, los activistas climáticos ven a "las grandes empresas de combustibles fósiles" como enemigas de la Constitución y lo argumentan con la Ley Fundamental alemana, que establece que "la propiedad conlleva obligaciones".
Sin embargo, las corporaciones no derivan de ello ninguna obligación para sí mismas, sino que "siguen obteniendo sus beneficios mientras la gente muere en inundaciones en el sur de Alemania", agregan al referirse, entre otras, a las riadas de principios de junio en los estados federados de Baviera y Baden-Württemberg que dejaron al menos seis personas sin vida.
Mientras los activistas climáticos afirman en su comunicado que con sus protestas están ejerciendo su "derecho constitucional a la resistencia", el espionaje interior considera en su informe que los documentos que recogen los principios de este movimiento ambientalista "revelan claramente una radicalización en lo que respecta a las posiciones ideológicas predominantes del grupo".
El jefe del espionaje interior alemán, Thomas Haldenwang, expuso hoy durante la presentación del informe que las amenazas que plantean los extremistas de izquierda violentos siguen siendo elevadas como demuestran los brutales ataques bien planificados contra adversarios políticos, la considerable violencia contra la policía y los graves ataques incendiarios contra empresas e infraestructuras críticas.
El potencial de los extremistas de izquierda aumentó en 500 personas hasta 37,000 en 2023 y uno de cada cuatro -alrededor de 11,200- está dispuesto a emplear la violencia, lo que supone un aumento del 3.7 %, mientras los delitos violentos de extrema izquierda crecieron un 20.8 % hasta 727.
Asimismo, continuó el intento de influir en el movimiento de protesta contra el cambio climático por parte del extremismo de izquierdas con el objetivo de radicalizar las formas de acción hasta el sabotaje de infraestructuras, destacó.
En el pasado, "Ende Gelände" bloqueó y ocupó centrales eléctricas y minas de lignito a cielo abierto.
Durante la rueda de prensa, la ministra del Interior, Nancy Faeser, recomendó a las juventudes del Partido Socialdemócrata (SPD), de Los Verdes y de La Izquierda dejar de cooperar con "Ende Gelände".