Echeverría explicó, al presentar su dimisión este jueves, que tras asumir como ministro se percató de que una de las firmas en la que tiene acciones había derivado parte de sus actividades hacia el sector energético, lo que eventualmente podría suponer un conflicto de intereses.
Abrió en Chile un nuevo flanco de críticas contra el gobierno, que reconoció que las cosas se podrían haber hecho mejor.
El portavoz del gobierno, Andrés Chadwick, admitió hoy que esa situación "se podría haber previsto antes".
"¿Hubiese sido mejor tener todos los antecedentes oportunamente? Sí, pero gobernar es un acto humano, no uno divino ni infalible", dijo en declaraciones a ADN Radio.
Chadwick opinó que los conflictos de intereses no afectan solo al gobierno, sino "a la sociedad moderna", y señaló que las exigencias de transparencia son mayores que en décadas pasadas.
"La decisión se adoptó de inmediato y ojalá eso también pueda ser valorado por la ciudadanía", apuntó el portavoz. Echeverría era hasta el lunes intendente (gobernador) de la región metropolitana de Santiago, cargo que ayer quedó en manos de Cecilia Pérez, que se desempeñaba como subsecretaria de la Mujer.
Pérez consideró hoy "dolorosa y bochornosa" esta situación, aunque defendió la actuación de su antecesor.
"Lo que hizo Fernando Echeverría fue lo que correspondía: poner la cara ante una situación dolorosa y bochornosa, pero que da cuenta de un hombre con características de probidad y transparencia, de quien yo tengo la mejor de las impresiones", señaló a Radio Cooperativa.
Tanto Echeverría como Chadwick ingresaron al gabinete el pasado lunes, cuando Piñera hizo ocho cambios de ministros, cuatro de ellos enroques, en medio de su baja popularidad en las encuestas, que ha caído al 31 por ciento, y de un aumento de las protestas sociales.
Desde la oposición, el jefe de los diputados democristianos, Aldo Cornejo, consideró hoy que el presidente "le debe una explicación al país" por este episodio, que calificó de "desprolijo, improvisado, inaceptable y penoso espectáculo".
"El gobierno acababa de empezar su segundo tiempo e hizo un autogol (...) Este es, sin duda, el gobierno de los empresarios, donde, además, queda claro que no tienen personas libres de conflictos de interés para designar", criticó.
En declaraciones, la directora de la consultora Latinobarómetro, Marta Lagos, opinó que este caso muestra una
"improvisación" del gobierno y una "falta de seriedad" del exministro.
Según esta socióloga, "da la sensación de que hubiera poca gente que quiere ser ministro" y también de que el presidente "no tiene asesores" que realicen bien su tarea.
"Esto agrava la crisis de credibilidad de la política y del gobierno, porque desvirtúa todo el impacto positivo que podría haber tenido el cambio de gabinete, porque la selección de las personas fue hecha de manera improvisada", apuntó.
Las acusaciones de supuestos conflictos de intereses han afectado desde antes incluso de tomar posesión al presidente chileno, Sebastián Piñera, quien, como muchos de sus ministros, desarrolló una fructífera carrera como empresario.
Antes de asumir el poder, colaboradores del mandatario aseguraron que los miembros del gabinete se desvincularían de sus negocios para evitar conflictos de intereses.
En sus primeros meses de gobierno, Piñera, que según la revista Forbes posee una fortuna de 2.400 millones de dólares, vendió el canal Chilevisión y sus acciones en la aerolínea Lan, en la sociedad propietaria del club de fútbol Colo Colo y en la Clínica Las Condes.