No voy a renunciar a lo nuevo, a ceder nuestra posición ante China, Alemania y todos los otros competidores que están haciendo inversiones masivas en tecnología para energía limpia", afirmó Obama durante un acto en la mayor planta fotovoltaica en funcionamiento en el país, situada en Boulder City, en el estado de Nevada.
Según Obama, actualmente hay en Estados Unidos unas 5,600 empresas dedicadas a la producción de energía solar que abastecen a 730,000 hogares en todo el país.
De acuerdo con estimaciones de la industria, hoy en día hay cinco veces más energía fotovoltaica instalada en el país que cuando Obama llegó a la Casa Blanca en enero de 2009.
"Hemos estado hablando de cambiar nuestras políticas energéticas durante 30 años (...) y hoy seguimos haciendo las mismas cosas", dijo Obama, que se comprometió a "desarrollar todas las fuentes disponibles de energía" mientras sea presidente.
Desde que llegó a la Casa Blanca, Obama ha apostado por una política energética basada en reducir la dependencia del petróleo extranjero, mediante el impulso de proyectos de exploración y explotación en Estados Unidos, y en convertir al país en un líder mundial en energías limpias.
Esa política es la que defiende en la gira que le llevará entre hoy y mañana por cuatro estados del país, cuando el precio medio del galón (3.78 litros) de gasolina en Estados Unidos ya ronda los cuatro dólares.
Mientras el empleo y otros indicadores de la actividad económica han dado muestras de recuperación, ese encarecimiento de la gasolina está afectando a los bolsillos de la clase media.
En plena campaña electoral con vistas a los comicios presidenciales de noviembre, los republicanos usan ese encarecimiento de manera recurrente contra Obama, que lo achaca a factores externos como "la inestabilidad" en Medio Oriente y en torno a Irán y, a largo plazo, a la elevada demanda de países como China, India o Brasil.