El anuncio de la EPA señala como desencadenante la manera de actuar de la petrolera británica tras la explosión de su plataforma de extracción en el Golfo de México Deepwater Horizon en 2010, que causó la muerte a 11 de sus trabajadores y el mayor vertido de crudo de la historia estadounidense.
La agencia también basa su decisión en el acuerdo de BP con el Departamento de Justicia, anunciado el 15 de noviembre, en el que la petrolera aceptó declararse culpable de negligencia, obstrucción a las labores de investigación del Congreso y violación de leyes medioambientales, así como de ser responsable de la muerte de las 11 víctimas.
"La suspensión prevendrá temporalmente a la compañía y sus afiliadas que consigan nuevos contratos con el Gobierno Federal, ayudas y otras transacciones similares hasta que la compañía provea suficientes pruebas a la EPA de que respeta los estándares federales para su negocio", indica el comunicado.
No obstante, la decisión no afecta a los acuerdos y contratos cerrados ya con el gobierno estadounidense, solo a los futuros.
El bloqueo de contratos era una de las posibles consecuencias del acuerdo para declararse culpable de 14 cargos, por el que también BP se comprometió al pago de 4,500 millones de dólares.