El flujo de gas que circula entre Libia e Italia a través del gasoducto Greenstream se ha visto "fuertemente reducido" por decisión de su compañía titular, la energética italiana Eni, ante los graves disturbios que se están produciendo en el país norteafricano.
Según informaron hoy a Efe fuentes del Ministerio de Industria de Italia, Eni ha decidido "vaciar" el gasoducto por una "cuestión de procedimiento" habitual ante la situación conflictiva que se vive en Libia por la revuelta popular contra el régimen de Muamar el Gadafi.
Este procedimiento, explican las mismas fuentes, se produce por "motivos de seguridad" en el control del gasoducto ahora que Eni, presente en Libia desde los años 50 y participada en una cuota inferior al 2 por ciento por fondos libios, está repatriando a Italia a algunos de sus trabajadores y a sus familiares.
De hecho, la aerolínea italiana Alitalia fletó para este martes dos vuelos especiales, uno de ellos a petición de Eni y que se prevé que haga el recorrido de Trípoli al aeródromo de Malpensa, uno de los dos que dan servicio a la ciudad de Milán (norte de Italia).
El gas que circula entre Libia e Italia se distribuye a través de Greenstream, un gasoducto de 520 kilómetros de largo que atraviesa el mar Mediterráneo en puntos donde la profundidad marina alcanza los 1,127 metros.
Greenstream, que prevé el transporte de 8,000 millones de metros cúbicos de gas natural al año, forma parte del Proyecto Western Libyan Gas y incluye la estación de compresión de Mellitah, en la costa Libia, el gasoducto en sí y el terminal de recepción en la isla italiana de Sicilia.
El suministro de gas desde Libia será uno de los temas que se abordarán esta tarde en una reunión extraordinaria convocada en la Presidencia del Gobierno italiano, en la que está previsto que participen, entre otros, el primer ministro, Silvio Berlusconi, y el titular de Industria, Paolo Romani.