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Por Información Estratégica

Pierde aprecio la democracia en México

América Latina es escenario de una particular paradoja. Por un lado la región ha mostrado un continuo proceso de consolidación de gobiernos democráticos a lo largo de las últimas dos décadas. Y por otro, se sigue enfrentando a diversas crisis originadas en las profundas desigualdades sociales, los crecientes niveles de pobreza y un crecimiento económico aún insuficiente que derivan en el aumento de la insatisfacción ciudadana con la democracia.

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Parametría es una empresa dedicada a la investigación estratégica de la opinión y análisis de resultados, herramienta fundamental para conocer la imagen de las instituciones o personas, la…

De acuerdo con datos del Latinobarómetro[1] del 2011, con excepción de Paraguay, Argentina, República Dominicana y Uruguay, en América Latina hay una disminución del apoyo a la democracia como la mejor forma de gobierno, pasando de 61 por ciento a un 58 por ciento el promedio de apoyo en la región.

En el caso de México acorde a los datos de la serie histórica de Parametría, se observa que en tres años- de 2009 a 2012- disminuyó en 7 puntos porcentuales, , el número de mexicanos que consideran que, a pesar de algunos problemas, la democracia es la mejor forma de gobierno, pasando del 59 por ciento al 52 por ciento respectivamente. Aún más relevante, es el aumento significativo de once puntos en aquellas opiniones que consideran que otras formas de gobierno pueden ser buenas o incluso mejores que la democracia (40 por ciento en 2012 y 29 por ciento en 2009).

En cuanto a la opinión sobre si México es o no una democracia los resultados muestran un público más dividido. Mientras que 4 de cada 10 mexicanos consideran que México no es una democracia, el 47 por ciento afirma que sí lo es; este porcentaje es el más bajo desde el año 2000, disminuyendo hasta en 12 puntos porcentuales en 6 años.

Un actor fundamental dentro del sistema democrático son sus instituciones. De acuerdo con la encuesta de abril de este año, éstas también han sufrido un significativo deterioro en su imagen. En el 2012, el 47 por ciento de los mexicanos considera nuestras instituciones como débiles, y si bien el 32 por ciento de los mexicanos dijo que México es un país con instituciones fuertes, este porcentaje era mayor al 50 por ciento hace 6 años.

Lo anterior bien podría explicar otros resultados que llaman la atención respecto a la opinión ciudadana sobre la mejor forma de resolver los problemas de México. Si bien un 45 por ciento de los mexicanos afirma que los problemas pueden resolverse con la participación de todos, se destaca que poco menos de la mitad de los encuestados, 49 por ciento, considera que en México hace falta un gobierno de mano dura. Así, la mala evaluación de las instituciones democráticas parece estar conduciendo a los mexicanos a pensar que el país requiere una figura de “mano fuerte” que solucione los problemas.

Son diversos los factores que inciden en la evaluación ciudadana al desempeño de la democracia en sus países. El insuficiente crecimiento económico así como el impacto de las últimas crisis en la región puede ser una ellas.

La poca confianza en las instituciones, sobre todo en los partidos políticos y los representantes, puede ser otro elemento que ayude a explicar los porcentajes obtenidos. Dada su propia concepción, los sistemas de gobierno democráticos deben fomentar una vinculación más activa con la sociedad civil, y debe a su vez garantizarles más altos estándares de calidad de vida. Mientras esto no sea posible para los ciudadanos, es muy probable que la tendencia de aumento en los niveles de desaprobación a la democracia será una realidad inminente en los países latinoamericanos.