Zeilinger entró brevemente por teléfono durante la rueda de prensa en la que se anunció la concesión del Nobel de Física, que comparte con Alain Aspect y John Clauser por sus experimentos con fotones entrelazados y por ser pioneros en la ciencia de la información cuántica.
El nuevo nobel austríaco, de 77 años, dijo que tras recibir la llamada que le anunciaba como ganador, la cual "no esperaba", estaba aún "un poco en shock, pero es un shock positivo", aseguró.
Zeilinger, que en su país es toda una estrella mediática, consideró que el nobel es "muy importante para un gran desarrollo de posibles aplicaciones" en el campo de la información y la tecnología cuántica, por lo que "va a ser bastante interesante".
"Tengo bastante curiosidad por lo que podamos ver en los próximos 10 o 20 años, tendré los ojos bien abiertos", aseguró el científico, que siempre estuvo interesado en la mecánica cuántica y recordó sus primeros años de trabajo en Viena.
En aquellos años tuvo "la libertad de hacer experimentos que, en aquella época, eran completamente filosóficos, sin ningún uso o aplicación posible", aunque esta situación ha cambiado, pues todos esos campos empiezan a tener ya aplicaciones.
Aunque señaló que el premio reconoce las futuras aplicaciones de su investigación, Zeilinger formuló un consejo, "haced lo que os parezca interesante sin preocuparse mucho por las posibles aplicaciones".
Entre los logros conseguido por Zeilinger, el que más curiosidad despertó en la rueda de prensa fue el de teletransportación de información en 1997, sobre el que dijo que usa las características de entrelazamiento de las partículas pero que "no tiene nada que ver con las películas de Star Trek".
"Se trata de transportar algo, seguramente no una persona, a lo largo de una cierta distancia y la clave está en el entrelazamiento, pues pude transferir toda la información que lleva un objeto".