Las mediciones de material interestelar ionizado fueron recogidas por la sonda espacial de la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA), durante tres años antes del 15 de julio de 2015, cuando New Horizons sobrevoló al planeta enano Plutón.
El instrumento SWAP, uno de los siete que lleva la nave, registró cambios significativos en la forma en que el viento solar se comporta lejos del Sol, afirma el doctor Heather Elliot, del Instituto de Investigación del Suroeste.
De acuerdo con los datos, el flujo turbulento de partículas solares -en el Sistema Solar interior formado por una interacción de corrientes rápidas y lentas, así como eventos eruptivos- se volvió más uniforme conforme avanzó hacia Plutón.
“Debido a que el Sol, es la fuente de este viento, los eventos en el Sol son la fuerza principal que da forma al entorno espacial”, señala Elliott, autor principal del artículo que da cuenta del descubrimiento, publicado en el Astrophysical Journal Supplement.
Explica que los choques en el viento solar -que pueden producir el clima espacial, como auroras, sobre mundos con campos magnéticos- son creados por densas nubes rápidas, por eyecciones de masa coronal o por la colisión de dos corrientes con diferente velocidad.
En el caso del Sistema Solar exterior esas características cambian, a tanta distancia del astro rey el tamaño de las turbulencias disminuye, su estructura es más pequeña, las partículas se desgastan o se funden, precisa el experto.
“Signos más sutiles de la influencia del Sol son más difíciles de detectar en el exterior de nuestro Sistema Solar. Las características del viento como su velocidad, densidad y temperatura, son moldeadas por la región del Sol desde donde fluye”, añade.
El instrumento de New Horizons no registró ningún patrón de comportamiento definido como ha podido hacerse más cerca del Sol, sin embargo, los cambios son notables, destaca.