Este proyecto denominado provisionalmente como Cable de Acceso Global Tasman (TGA, sigla en inglés) tendrá un costo de unos 60 millones de dólares (45 millones de euros) y estará listo entre mediados y finales de 2014.
El nuevo cable incorporará tres pares de fibra con una capacidad de unos 30 terabites por segundo y se espera un aumento en la velocidad de internet en Nueva Zelanda en unas 300 veces más respecto a la actual, según informó la cadena TVNZ de la televisión local.
El TGA permitirá además a Nueva Zelanda hacer un mejor uso de los cuatro sistemas de cable adicionales existentes en Australia y de los otros proyectos propuestos o que están en marcha, según el director ejecutivo de Telecom, Simon Moutter.
Telecom, que tiene un 50 por ciento de la propiedad del Cable Souther Cross que une a Nueva Zelanda con el resto del mundo, considera que el nuevo proyecto permitirá mejorar las conexiones de internet en Nueva Zelanda y reforzar los lazos con los mercados asiáticos.
El año pasado el proyecto Pacific Fibre para construir un segundo cable de fibra óptica submarina que uniría Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos fue cancelado debido a que no se pudo reunir 400 millones de dólares (299 millones de euros) para su financiación.