Se espera que el lanzamiento tenga lugar sobre las 16.00 hora local (07.00 GMT) del miércoles, siempre que las condiciones meteorológicas sean propicias, desde la plataforma de lanzamiento de Goheung, a 480 kilómetros al sur de Seúl, informó la agencia local Yonhap.
El último ensayo efectuado hoy tuvo como objetivo comprobar todos los equipos y sistemas que intervienen en la puesta en órbita del Naro-1, incluida la secuencia de lanzamiento automática.
La simulación se realizó en dos etapas, una de siete horas para la primera fase del cohete y otra de cuatro horas para comprobar el estado de su parte superior, según detalló el Instituto de Investigación Aeroespacial de Corea (KARI).
La primera etapa del cohete cuenta con un propulsor de fabricación rusa, mientras la segunda, alimentada por combustible sólido y que alberga un pequeño satélite, ha sido diseñada y ensamblada en el país asiático.
A pesar de que la prueba final realizada hoy no ha evidenciado ningún fallo, ingenieros rusos y surcoreanos analizarán a fondo los resultados para determinar la conveniencia del lanzamiento.
De llevarse a cabo mañana, supondrá el tercer intento de Seúl de poner en órbita al Naro-1, después de que los dos anteriores terminaran en fracaso.
En el primero de ellos, en agosto de 2009, el cohete alcanzó la órbita deseada pero un defecto en los mecanismos de apertura impidió liberar adecuadamente el satélite que portaba, mientras en el segundo, en junio de 2010, el proyectil estalló aproximadamente a los dos minutos de despegar.
Triunfe o fracase, este tercer intento será el último para el programa espacial surcoreano Naro, nacido en 2002 con el apoyo de Rusia, un país con un éxito del 93,6 por ciento en los 3.100 lanzamientos que ha realizado de 1950 a 2011.
Corea del Sur, que ha enviado al espacio cerca de 10 satélites, pero todos desde plataformas y cohetes foráneos, tiene de margen hasta el próximo 8 de febrero para intentar lanzar el cohete, también conocido como KSLV-1.
La puesta en órbita de un satélite desde una lanzadera propia es una de las grandes metas del programa espacial de Corea del Sur, que el pasado 12 de diciembre vio cómo sus empobrecidos vecinos del opaco régimen comunista norcoreano lograban ese objetivo con un cohete de largo alcance.