En entrevistas radiofónicas que concedió este lunes a los noticiarios Enfoque, Radio Fórmula y Radio Red, Paredes Rangel consideró indispensable recuperar la lógica urbanística de la capital a fin de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Dada la cantidad de inversión extranjera directa que acumula el Distrito Federal, es lógico que la capital se convierta en un gran centro de prestación de servicios informáticos por teléfono, como ocurre en países de Centroamérica y en India, explicó.
La idea, detalló la aspirante priista, es crear empleos y garantizar para los jóvenes acceso a créditos blandos para que tengan oportunidad de establecer empresas en cuanto terminen sus estudios.
En su opinión, recuperar la lógica urbanística de la ciudad tiene que ver con una planeación urbana más cercana a las necesidades de la gente, idea que se rompió en el siglo pasado cuando se construyeron edificios de 30 y 40 pisos y se dañó el medio ambiente.
Al respecto, prometió que de ganar las elecciones del 1 de julio próximo recuperaría los humedales de Tláhuac y Xochimilco y construiría un drenaje pluvial porque resulta inconcebible que el agua de lluvia no se recupere.
Respecto al transporte, urgió a establecer un sistema de vialidades adecuado y crear un sistema de trasporte público suficiente y eficaz, además de crear estacionamientos y centrales de transferencia para que las personas se movilicen con más facilidad.
Consideró inconcebible que las personas inviertan tres o cuatro horas diarias en trasladarse a sus centros de actividad y por ello es urgente un estudio de tiempos y movimientos que guíe las decisiones de gobierno para mejorar la movilidad en la ciudad.
En las entrevistas se refirió también a la denuncia que hizo este domingo al presentar su solicitud de registro ante el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), en el sentido de que puede haber alteraciones en el Padrón Electoral para la capital.
Expuso que de acuerdo con el censo, en la ciudad hay menos de nueve millones de habitantes, pero el padrón tiene más de siete millones, lo cual implica una grave desproporción porque parecería que no hay niños ni adolescentes.
