A los 14 minutos y 9 segundos del despegue del cohete Falcon 9 de SpaceX del Complejo Espacial de Lanzamiento 40 (SLC-40) de la base aérea de Cabo Cañaveral (Florida), el satélite se separó sin problemas del motor superior de la nave.
Para entonces, la parte inferior del Falcon 9 ya había aterrizado en la base de donde partió.
El satélite con radar desplegó poco después sus paneles solares para generar energía.
El satélite de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), la agencia espacial de Argentina, fie desplegado en una órbita a unos 610 kilómetros de altitud, según informó SpaceX.
Aun falta por desplegar otros dos satélites que fueron llevados al espacio en el mismo cohete de SpaceX en este viaje: GNOMES-1 y Tyvak-0172, que se separarán a los 61 y 62 minutos, respectivamente, del despegue.
Según SpaceX, es el primer lanzamiento a una órbita polar desde la costa este de EE.UU. que realiza y el primero de esas características desde Florida en varias décadas.
El SAOCOM 1B es el satélite argentino más avanzado hasta la fecha y, según SpaceX, pesa unos 3.500 kilos.
Su propósito principal es obtener información útil para optimizar las cosechas.
Una misión de 13 especialistas de CONAE llegaron hace casi dos meses a Cabo Cañaveral para ultimar los detalles del lanzamiento, que ha sido demorado en varias ocasiones.
Según dijo al medio argentino Infobae Raúl Kulichevsky, director ejecutivo y Técnico de CONAE, que encabeza la misión argentina, el "acompañamiento" era esencial para el éxito de esta misión.
"Junto con los profesionales que siguen la campaña desde Cabo Cañaveral, un equipo de 50 profesionales trabajarán en las cuestiones técnicas de lanzamiento, separación del cohete, posicionamiento orbital y despliegue de las antenas radar desde tres puntos de Argentina", explicó Josefina Peres, jefa del proyecto SAOCOM.