Comentó que a pesar de tratarse de uno de los recientes y más importantes descubrimientos para la ciencia, fueron una predicción de la teoría general de la relatividad publicada por Albert Einstein en 1915, pero que no se habían descubierto hasta hace poco más de un año.
"Son fusiones de agujeros negros supermasivos, cada uno con alrededor de 30 veces la masa del sol, que producen un temblor en el espacio-tiempo que se propaga a la velocidad de la luz", explicó.
El astrónomo expuso que las ondas gravitacionales fueron detectadas por un experimento en el observatorio LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory) en septiembre de 2015 y que desde entonces han ocurrido varios eventos.
"Una fuente típica de estas perturbaciones puede ser la órbita mutua de parejas de materia como dos estrellas de neutrones, dos agujeros negros, o bien uno de cada uno", afirmó a la Agencia Informativa Conacyt.
"Conforme se van acercando, giran cada vez más rápido hasta que se funden en un solo objeto y se crea lo que se conoce como el horizonte común de eventos; esto sucede cuando se da la mayor intensidad de emisión de ondas gravitacionales, se convierte en una sola materia y la emisión de ondas gravitacionales prácticamente desaparece", agregó.
Destacó que los tipos de luz como la visible, radiación infrarroja, ondas de radio, rayos X y rayos gamma pertenecen al espectro de la radiación electromagnética, mientras que las ondas gravitacionales "son otro espectro completamente distinto que da información complementaria".
“Uno esperaría que esta emisión en ondas gravitacionales también va a producir luz en infrarrojo, en rayos gamma o visible o en alguna otra longitud de onda. Si se logra hacer esa correlación, entonces se puede aprender muchísimo más".
William Lee sostuvo que el Institito de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrolló el nuevo telescopio llamado DDOTI, a fin de contribuir con los estudios.