Si bien es cierto que exponer nuestro cuerpo a los rayos del sol puede traer beneficios para nuestra salud como la generación de vitamina D (esencial para la fijación del calcio en los huesos), recibir una gran cantidad de radiación solar puede derivar en enfermedades dérmicas, que van desde quemaduras, hasta el desarrollo de cáncer en la piel.
En el Centro de Investigaciones en Óptica (CIO), perteneciente al Sistema de Centros de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el doctor en Ingeniería Biomédica, Eden Morales Narváez, ha desarrollado un dispositivo biofotónico con la capacidad de alertar al usuario cuando haya alcanzado una exposición moderada a los rayos del sol, con el fin de prevenir lesiones dérmicas causadas por la radiación ultravioleta.
“En México tenemos una estadística importante que señala que uno de cada cinco mexicanos puede ser propenso a adquirir cáncer de piel. Puede sorprender el dato porque en general la población mexicana es morena, lo que hace a la piel más resistente a la radiación ultravioleta; sin embargo, hay que recordar que somos una raza mestiza que tiene genes caucásicos”.
La radiación ultravioleta contenida en la luz solar tiene diversos efectos en nuestro cuerpo como el envejecimiento acelerado de las células de piel, quemaduras después de una exposición prolongada, hasta daños en el ácido desoxirribonucleico (ADN) de la células, afectando los mecanismos del crecimiento de las células de piel, originando cáncer.
El dispositivo podría parecer a simple vista un parche que se adhiere a la piel, pero para su construcción está involucrada la nanotecnología. El parche está constituido por nanopartículas de celulosa y de plata, las cuales al entrar en contacto con la luz solar pasan por un proceso de degradación que las hace disminuir en tamaño, haciendo que el parche cambie de color.
El doctor Morales Narváez, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel I, mencionó que la nanocelulosa es un material sustentable producido por un grupo de bacterias llamado Gluconacetobacter xylinum. Una vez cultivada y con las condiciones adecuadas, estas bacterias se van multiplicando y generan una membrana translúcida y flexible.
Cabe destacar que este parche no provee de protección contra las radiaciones solares, sino que está ideado para servir para alertar al usuario en cuanto se haya alcanzado un nivel moderado de exposición al Sol, por lo que es recomendable utilizar algún tipo de protección solar. El tiempo en el que el parche tarde en cambiar de color depende de la intensidad de los rayos del sol, ya que influyen factores como la altitud, latitud, de la estación del año y la hora del día.
“Hay que recordar que muchas de las cremas de protección solar llegan a contener componentes carcinogénicos. Lo mejor son los protectores solares de base física, como el óxido de zinc (ZnO). Hay cremas que están formuladas a base de óxido de zinc, son las más recomendables porque no activan señales en nuestra piel que deriven en procesos carcinogénicos”, destacó el investigador.