Los Cayos de Florida finalmente probarán los mosquitos de laboratorio

Los Cayos de Florida van a ser el escenario de la primera prueba en Estados Unidos con mosquitos Aedes aegypti modificados genéticamente, una alternativa a los insecticidas y larvicidas para acabar con el transmisor de enfermedades como el dengue, el zika y la fiebre amarilla que siempre ha estado rodeada de polémica.

"Cuantas más armas tengamos contra las enfermedades que transmite el mosquito mejor", dice a Efe el pediatra Stanley Zuba, vicepresidente de la Junta de Control de Mosquitos de los Cayos, que acaba de autorizar a la compañía de biotecnología Oxitec a hacer la prueba con sus mosquitos"OX5034" después de casi 10 años de idas y venidas.

Previamente las autoridades estatales de Florida y la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) de Estados Unidos dieron luz verde a la prueba piloto con el comercialmente llamado "mosquito amistoso de Oxitec, OX5034".

Según un estudio elaborado por técnicos de la EPA, el mosquito de Oxitec "no entraña riesgo alguno para la salud humana ni el medio ambiente, incluyendo las especies protegidas".

Hasta ahora solo se sabe de la prueba que en 2021 en algún lugar de los Cayos aun no determinado Oxitec colocará cajas con millones de huevos de Aedes aegypti machos genéticamente modificados de los que surgirán millones de mosquitos que se mezclarán con la población local de su especie.

Debido a un gen creado en laboratorio, del cruce de los "OX5034" con las hembras "naturales", que son las que transmiten las enfermedades, no surgirán mas insectos.

"Una vez sueltos será imposible contener la cantidad de estos mosquitos genéticamente modificados, estarán literalmente en cada sitio donde el viento sople", dice una campaña lanzada en Change.org por la Coalición Medio Ambiental de los Cayos para recolectar firmas en contra de la suelta de los Aedes aegypti de laboratorio.

Sin embargo, la Junta de Control de Mosquitos de los Cayos, un rosario de islas entre el territorio continental de EE.UU. y Cuba en el que este año ha estallado un brote de dengue como no se veía desde hace 10 años, aprobó este martes la realización de la prueba por cuatro votos a favor y uno en contra.

DENGUE Y COVID-19, UN MAL CÓCTEL

El Departamento de Salud de Florida contabilizó hasta el 19 de agosto 47 casos de dengue de transmisión local en los Cayos, uno de los destinos turísticos más visitados del estado.

Además se confirmó un caso de transmisión local en Miami-Dade y 32 casos en toda Florida de personas contagiadas en el extranjero.

En los Cayos de Florida habitan unas 46 especies de mosquitos, según dice en su web el organismo local de control de estos insectos, que por ahora usa larvicidas e insecticidas como armas.

El tesorero de la junta de Control de Mosquitos de los Cayos, Brandon Pinder, el único que votó en contra del proyecto de Oxitec, subraya a Efe que el motivo principal de su "no" es otra enfermedad, la COVID-19, cuya incidencia está aumentando en estas islas.

A su juicio, éste no es un buen momento para tomar una decisión así y habría sido mejor esperar a que la comunidad pueda reunirse en persona para tratar del asunto.

Pinder no dice estar en contra de los mosquitos transgénicos e incluso reconoce que "la idea es buena", pero apunta que hay que ser prudentes, pues el "ecosistema de los Cayos es débil".

OPINIONES PARA TODOS LOS GUSTOS

La comunidad pudo hablar por teleconferencia este martes antes de la votación de los miembros de la junta y hubo opiniones para todos los gustos.

Los partidarios de la prueba con los mosquitos transgénicos argumentaron que es necesario poner freno a la transmisión de enfermedades que pueden ser letales y dijeron que la ciencia es la mejor arma para hacerlo.

Los contrarios dijeron que no se conocen las consecuencias que pueden tener para el medio ambiente y los seres humanos esos insectos creados en laboratorio y otras personas simplemente señalaron que no quieren ser las cobayas de un experimento.

El pediatra Stanley Zuba, que votó a favor, afirma que se enfrentan a "una oposición pequeña" que por medio de la "desinformación" y de "teorías conspirativas" está "asustando a la gente" de los Cayos.

A una pregunta de Efe señaló que el hecho de que se haga la prueba no implica un compromiso con Oxitec a posteriori.

Oxitec, fundada en 2002 en el Reino Unido, no se pronunció sobre la aprobación de una prueba que ha dado mucho de qué hablar.

En su página web hay publicada una carta en la que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. le comunicaron en junio al director ejecutivo de Oxitec, Gray Frandsen, su intención de colaborar en la evaluación del proyecto piloto si se aprobaba.

La española Mila de Mier, una activista medioambiental que logró reunir 200.000 firmas contra la suelta de mosquitos genéticamente modificados en los Cayos, fue la gran ausente en la audiencia pública previa a la aprobación de la prueba piloto.

De Mier, de 45 años y residente en los Cayos, falleció en abril de 2018 en la piscina del hotel donde se alojaba durante una visita a Washington para defender una causa que hoy parece perdida.

Su muerte produjo rumores que apuntaban a que fue eliminada para que el proyecto saliera adelante, dijo a Efe una fuente cercana al asunto, que calificó la sola idea de "ridícula".