Durante dos semanas, más de 2.000 astrónomos compartieron sus descubrimientos en este evento trienal, iniciado en 1922 y que en esta ocasión ha escogido uno de los países que apuesta con mayor ambición por la investigación del cosmos.
Los futuros observatorios solares, la construcción de "supertelescopios" en Chile y Hawai (EEUU) o los avances en el descubrimiento de objetos cada vez más pequeños en el cosmos (y, por tanto, cada vez más similares a la Tierra) han sido algunos de los asuntos que más han animado las conferencias.
"Uno de los objetivos es encontrar un planeta lo más parecido posible a la Tierra; se están descubriendo 'Jupíteres' pero se quiere ir bajando en masa", contó a Efe el astrofísico David Montes, de la Universidad Complutense de Madrid y asistente a la asamblea.
En ella se anunció un importante descubrimiento, el del primer sistema multiplanetario y circumbinario (dos planetas orbitando alrededor de dos soles), bautizado como Kepler-47 y que se encuentra en la constelación del Cisne de la Vía Láctea, a 5.000 años luz de la Tierra.
China, civilización que hace siglos era una de las más avanzadas en astronomía (por ejemplo en la predicción de eclipses o la observación de supernovas, que los antiguos chinos llamaban "estrellas invitadas"), busca cooperar en este hallazgo de "Tierras" con sus telescopios y observatorios en la Antártida.
El país asiático es uno de los que apuesta con mayor fuerza por la investigación del espacio, tanto con su programa de misiones tripuladas como por sus proyectos para construir su propio telescopio solar o aumentar el potencial de sus observatorios en el Polo Sur.
"Ahora China tiene tanta capacidad en ciencia que prácticamente tiene un equivalente a todos los proyectos europeos y americanos", señaló a Efe Valentín Martínez Pillet, coordinador de proyectos del Instituto de Astrofísica de Canarias.
En su opinión, si los chinos emulan a la NASA o a la Agencia Espacial Europea habrá más datos y "será estupendo".
Otra línea de investigación muy viva en la astrofísica actual es el estudio del origen del Universo: el "Bing Bang" ya no es un misterio, pero queda por ver cómo se pasó de aquella gran explosión inicial al Universo actual.
"Gracias a una nueva cámara en el Telescopio Espacial, hace dos o tres años, estamos empezando a vislumbrar cómo se formaron los primeros objetos, descubriendo que eran muchísimo más pequeños que el tamaño de las galaxias actuales", explica Ignacio Trujillo, científico del Observatorio Astrofísico de Canarias.
"Habíamos visto la explosión del 'big bang' con la radiación de fondo, pero nos faltaba unir desde esas etapas primitivas hasta el Universo cercano", señala el experto, para quien otro de los retos es ver cuál va a ser el futuro del telescopio de Canarias, ahora el mayor de la Tierra pero que en diez años será superado por los de Chile y Hawai.
Los chinos, de hecho, podrían tener interés en usar el archipiélago español para sus proyectos paralelos a los internacionales: "Una posibilidad es que países como China o la India, que están invirtiendo mucho dinero ahora, decidan poner en Canarias un telescopio de estas características", sugirió.
En cuanto a la vida en otros planetas, no parece ser la gran obsesión de los científicos, y algunos, como el nobel de Física de 2011, Brian Schmidt, señalaron que tal vez sea mejor no buscarla.
"Probablemente no es lo más inteligente decir a los alienígenas dónde estamos, puesto que un encuentro con ellos podría no ser muy agradable", señaló en la asamblea el científico, mientras Martínez Pillet predijo que a mediados de siglo ya habrá avances en este sentido.
"Se hará con alguna misión que se lanzará no antes de 2030 o 2040. En ese periodo de 10 años es posible que la NASA, la Agencia Espacial Europea o ambas combinadas lancen una misión que permita encontrar moléculas orgánicas en la atmósfera de otros planetas", predijo.