"Hemos demostrado que esta proteína puede ser una buena diana terapéutica para el cáncer de mama porque su inhibición no causa daños al organismo y, en cambio, sí es muy efectiva para frenar los tumores de mama y las metástasis de pulmón", manifestó hoy Xosé R. Bustelo, director de la investigación.
La proteína en cuestión es la TC21. El estudio preclínico con ratones confirmó que al inhibirla se impide no solo el desarrollo de los tumores de mama más comunes y el de la metástasis de pulmón, sino también el de los dos tipos de cáncer de pecho más agresivos.
La nota negativa de la investigación es que esta ha permitido descubrir que la inactivación o inhibición crónica de la proteína puede hacer que el tumor desarrolle mecanismos de resistencia para combatirlas.
Identificados los mecanismos moleculares que desencadenan esa resistencia, "se podrán desarrollar estrategias terapéuticas para prevenirla", señaló Bustelo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.
Los esfuerzos se dirigirán ahora a encontrar inhibidores de esa proteína. "Es un camino largo que supone años de estudio y de multitud de fases y pruebas hasta llegar a una terapia efectiva, pero vale la pena apostar por ello", dijo el científico del CSIC, que trabaja en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca.
La investigación fue financiada por la Asociación Española contra el Cáncer y se publicó hoy en la revista "Nature Communications", en paralelo a su presentación en España. (DPA)