Los fragmentos, entre 20 a 30, son parte de la sonda lanzada el 8 de noviembre pasado y cuyo motor sustentador no arrancó para ponerlo en la trayectoria rumbo a Marte, por lo que se quedó orbitanto la Tierra.
La caída es controlada por especialistas rusos y al momento la sonda se ubica en la órbita baja alrededor de la Tierra, con una altura mínima de 189.2 kilómetros y máxima de 229.4 kilómetros, señaló un despacho de Itar Tass.
Los fragmentos de metal tienen un peso total de 200 kilogramos, mientras el combustible se quemará en las capas densas de la atmósfera, a unos 100 kilómetros de altura, añadió el reporte.
Se estima que para el 21 de enero habrá concluido la caída de la Fobos Grunt, con el 15 de enero como punto central aproximado.
Esta sonda debía de haber iniciado su misión, con un costo de alrededor de 163.5 millones de dólares, en el otoño de 2009, sin embargo los técnicos demandaron más pruebas antes de su partida.
El fracaso de esta misión generó varias críticas en Rusia hacia el programa espacial, por ejemplo la necesidad de colocar en órbita satélites de comunicación, al menos dos o tres, dijo a Ria Novosti el experto independiente Vadim Lukashévich.
Indicó también que es necesario renovar los sistemas de comunicación de la flota espacial rusa, pues mientras China dispone de tres o cuatro sistemas de comunicación abordo, la rusa no tiene ninguno que funcione.
En 1996 la misión Mars 96 también fracasó pues se perdió mientras estaba fuera del alcance de los sistemas de control terrestre, lo que se corregiría con satélites de comunicaciones.