Se trata de dos especies del género Culicoides, denominados comúnmente jejenes, y son importantes para entender la epidemiologia de la malaria en las aves y para diseñar nuevos experimentos que ayuden a comprender las dinámicas de los parásitos responsables de la enfermedad infecciosa.
La malaria es una enfermedad ocasionada por protozoos y común en varias especies de aves en el mundo, por lo que se ha convertido en un sistema modelo para la investigación de las dinámicas evolutivas y ecológicas de esta enfermedad.
Jesús Veiga, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en la Estación Experimental de Zonas Áridas (Almería), explicó que el hallazgo es importante si se considera que algunos aspectos básicos de las relaciones que existen entre los parásitos responsables de la malaria, sus vectores y sus hospedadores aviares permanecen desconocidos.
El agua es fundamental para el desarrollo de los jejenes del parásito que provoca la malaria. Sin embargo, en lugares desérticos han detectado la presencia del parásito en diversas especies de aves.
Por ello, el equipo de investigadores de la Estación Experimental de Zonas Áridas en colaboración con la Estación Biológica de Doñana y la Academia de Ciencias de Eslovaquia, se dieron a la tarea de explorar qué especies de dípteros pueden estar implicadas en la transmisión de esta enfermedad en las aves silvestres.
“En este trabajo hemos identificado las dos especies más abundantes de jejenes, C. circumscriptus y C. paolae, así como los parásitos responsables de la malaria que pueden ser transmitidos por estos vectores a las aves”, señaló Jesús Veiga a través de un comunicado.
A través del análisis de la sangre presente en el abdomen de los jejenes, por primera vez identificaron que C. paolae se alimenta principalmente de aves.