El director de Comercialización de la Secretaría de Desarrollo Rural, Máximo Paredes Rodríguez, refirió lo anterior ante el deseo de los mercados europeo y estadunidense de ponderar el uso de fibras naturales por encima de productos elaborados con hidrocarburos.
Destacó que el henequén, por su alto contenido de fibra, tiene una nueva oportunidad de resurgir y convertirse en un cultivo rentable para numerosos productores que se niegan a dejar que la actividad muera.
Con una producción anual estimada en alrededor de seis mil toneladas, señaló, se realizan esfuerzos para promover el arraigo de las nuevas generaciones al campo y su interés por este cultivo, cuya producción es insuficiente para lo amplio del mercado.
Paredes Rodríguez, ponderó un creciente interés de la iniciativa privada por impulsar la comercialización de esta fibra en mercado externos "donde existe conciencia ecológica".
Comentó que en Yucatán hay una empresa que empuja muy fuerte la idea de retomar esta siembra ante las necesidades que hay en el mercado europeo de que los automóviles tengan al menos un 40 por ciento de producto reciclable.
“Ya hemos mandado pruebas a Italia con los fabricantes de equipos de la industria automotriz para sustituir cierta cantidad de polipropileno por henequén en las partes termo-formadas de los vehículos: puertas, tablero, consolas de vanidad y de accesorios”, refirió.
Las pruebas que se hicieron en Italia indican que contrario a lo que sucede con el aserrín y otros tipos de maderas que necesitan aditivarse para poder integrarse al polipropileno, el henequén por su naturaleza se integra sin necesidad de aditivos, esto haría que el proceso sea más barato. “Hoy por hoy es un nicho de oportunidad”, dijo.
“También para los asientos recubiertos de piel, donde toda la parte de abajo -base- es un producto que está hecho con aserrín y otras fibras naturales como cáñamo y diversos tipos de agave, sin embargo con el henequén los resultados son mejores”, explicó.
Otras opciones se encuentran en la industria de la limpieza donde "hemos llevado muestras de fibra de henequén para incluirlos en las jergas para lavar trastes y ver si puede ser viable, en específico para un fabricante español y al mercado europeo, donde resultó viable”, acotó.
Esto, continuó, se debe gracias al resurgimiento de las fibras naturales como alternativa para suprimir los productos del petróleo, sobre todo en sociedades con conciencia ecológica un poco más desarrolladas, donde están tomando una relevancia muy fuerte y está generando nichos de oportunidades para estos productores.
A nivel nacional, la incorporación de la fibra de henequén se da en productos que ayudan al aseo personal, propios de hoteles boutique, donde vemos la fibra ya tienen un mercado comercial, por lo que no podemos considerarlo como un producto artesanal.
Otro mercado que se abre, abundó, es el de jabones y detergentes donde es posible incorporar un cierto porcentaje de la fibra; pero también está la producción del bioetanol con el jugo del desfibrado que ahora se tira, aunque para su producción comercial se necesita fuertes inversiones y una mayor producción.
Agregó que, según cifras oficiales, en la actualidad se estima existen unos tres mil productores que aun cultivan el agave, pero la extensión es de apenas tres mil 600 hectáreas, con una producción que ascendió durante el año pasado a seis mil 489 toneladas.
Paredes Rodríguez también refirió que luego de un lustro de investigaciones, científicos de la Universidad de La Habana, Cuba han concluido la formulación para elaborar detergentes a base del jugo del henequén, "es otra posibilidad de inversión", aunque al igual que para el bioetanol, "es bastante fuerte", dijo.
Existen otras propuestas como, por ejemplo, la incorporación de cierta cantidad de fibra a tejidos como lino y algodón, a fin de que tengan mayor resistencia.
“Lo mismo pasaría con los recubrimiento de los asientos de automóviles que ahora se busca sean de fibras naturales”, señaló.
La elaboración de hilos de calidad para hamacas se presenta como otra de las opciones, las cuales tienen una alta demanda en el mercado europeo con precios que oscilan entre los tres mil a cuatro mil pesos, y cuya tramado requiere de menor hilo que el que se utiliza con el de seda o algodón.
Indicó que una de las grandes limitantes para trabajar este hilo es que se carece de la maquinaria adecuada para producir "el calibre de hilo" que se requiere para elaborar hamacas.
"No hay proveeduría de hilo, hoy es artesanalmente, no hay una técnica industrial o semindustrial. Pero es posible desarrollar este proceso que usa la misma base tecnológica de hace 100 años, pero con moderna maquinaria”, precisó.
Sin embargo, las posibilidades comerciales son amplias. Por ejemplo “tenemos el mercado de China que produce alfombras y requiere de este material. No sólo es una país que fabrica -se estima posee unas 30 mil hectáreas de cultivo-, sino que compra, China es como un pozo sin fondo que necesita de materias primas”.
Aunque existe un fuerte mercado de proveeduría en Tanzania y Brasil, agregó, el interés por la fibra yucateca se debe a que es de mayor resistencia, debido a los elementos químicos del suelo.
Otras opciones de aprovechamiento del henequén pueden ser su varejón -el cual crece al final de la vida productiva de la planta-, que es cortado y pintado con fibras naturales, para ser comercializado como un objeto que los hámsters gustan roer.
También se ha patentado una cajita en la cual se ha colocado la fibra de henequén. Esta se coloca en las jaulas de aves en cautiverio y éstas extraen la fibra para hacer sus nidos, lo que ha tenido una muy buena demanda en el mercado estadunidense.
La posibilidad de uso de la fibra de henequén aún es muy amplia, refirió, asimismo, Aicela Rosado Martínez, directora de Apoyo a las Mujeres y Grupos Vulnerables del estado, una de las más entusiastas impulsoras de la artesanía a base de esta fibra.
“Los productores han innovado y podemos ver que han diversificado sus artesanías, ya no sólo hablamos de hamacas, tortilleras o portavasos, sino también productos tales como portaiPad”, reveló.
“Ya no hablamos -dijo-, sólo de una producción de autoconsumo, sino ahora ya se tienen una actividad con fines comerciales, por ello podemos ver productos con diseño bordados en bolsas, carteras, carpetas, libretas de apuntes, entre otros artículos.
Esta actividad representa una opción vital para la economía de los hogares, pues aunque son las mujeres las que básicamente producen, los beneficios son para toda la familia, apuntó.
En muchos casos, añadió, son los hombres quienes producen la fibra y los hijos los que las desfibran, pero son ellas las que la peinan, la ponen a secar y elaboran las artesanías, trabajo que muchas veces se frena a causa de factores como la humedad que impiden su adecuado manejo.